En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hay zonas que son más ruidosas que otras, con un alto nivel de ruido, que resulta dañino para la salud.
Las avenidas Santa Fe, Corrientes y Callao son las que mayor nivel de ruido tienen. Además de las calles Juncal y Sarmiento. En cambio, los barrios que tienen un menor nivel de ruido son: Parque Chas, Barracas y La Boca.
Una manera de tener la información sobre el sonido que se padece en la ciudad, es ingresando al sitio web “Mapa del Ruido Interactivo de la Ciudad”. Ahí uno puede informarse acerca de este tema. Por ejemplo, las calles están coloreadas para saber los decibeles que tienen, si el color es azul, estaría indicando que en esa calle se superan los 75 decibles durante el día, sin embargo, por la noche, los decibeles bajan a 5, y en ese caso el color sería el verde claro.
Con un Software particular pudo elaborarse el mapa. Para realizarlo el Ministerio de Ambiente y Espacio Público tuvo que colocar estaciones precisas con el fin de monitorear y medir el ruido en las diferentes zonas.
A partir de este estudio es que se pudieron medir los barrios, y el resultado fue que la mayoría de las avenidas son muy ruidosas, independientemente del barrio en el que esté ubicada, entre ellas podemos citar: Francisco Beiró, Belgrano, Entre Ríos, Callao, Corrientes, Independencia, Paseo Colón, Juan B. Justo y Rivadavia.
Por el contrario, los barrios menos ruidosos son: Villa Devoto, Barracas, Villa Urquiza, Saavedra y La Boca.
El gran problema de la contaminación sonora proviene del tránsito. Una de las soluciones que dio resultado fue la implementación de paneles de material fonoabsorbente, que fueron colocados en las paredes del interior de los viaductos Carranza / Libertador, lo que hizo reducir casi 4 decibeles en nivel de ruido.
Otra solución podría ser lo que se hizo ya en la avenida Velez Sarfield, donde se implementó el uso del asfalto fonoabsorbente, y en este caso el ruido se redujo 2 decibeles.
Por supuesto que desalentar el uso del auto particular sería también viable para bajar notablemente el sonido que proviene del tránsito, y además de crear zonas prioritarias del peatón.
