¿Quién no los recuerda? La movida típica para celebrar la llegada de la primavera con los compañeros de escuela primaria, secundaria, etc…Hoy en día se convirtieron en una opción para los vecinos/as, quienes la eligen para compartir un encuentro al aire libre con familiares convivientes, amigos o allegados, de hasta diez personas para degustar una comida exprés al mediodía, o para disfrutar de la tradicional hora del té con jugos, batidos, refrescos y frutas de acuerdo con la temporada estival que estamos transitando y algunos, hasta se atreven, en estas noches calurosas a una petit cena a la luz de la luna…
Lo que puede el Covid-19, ¿no les parece? De qué manera atravesó nuestras vidas, imponiendo modalidades, obligándonos a realizar gastos impensados que afectan la economía severamente castigada durante el 2020…Pronto se cumplirá un año de esta convivencia forzada y forzosa, al respecto, y según las reflexiones de reconocidos infectólogos, el virus tiene, todavía por delante, y en principio, todo el 2021…
De aquí que resulta de gran importancia continuar con los cuidados esenciales-las únicas herramientas con las que contamos para evitar que los contagios continúen multiplicándose-y estos son: el barbijo/tapaboca cubriendo la nariz, boca y mentón, distancia social, preventiva y obligatoria, higiene de manos permanente, uso de alcohol en gel, privilegiar los espacios abiertos, o ambientes muy ventilados…
Nuestra Ciudad de Buenos Aires propone un conjunto de plazas y parques amigables, para definir el lugar más indicado para el picnic urbano, por ejemplo: los clásicos Bosques de Palermo, Puerto Madero, Costanera Norte, Barrancas de Belgrano, los Parques Saavedra, Sarmiento, Las Heras, y de la Ciudad-setenta y cinco hectáreas de árboles nativos para oxigenarse-.
¿Y qué llevar en la canasta? En el bolso o en la mochila, etc, etc…Todo muy simple, de poco ingredientes, pero sabroso. Por supuesto que el kit de limpieza y el sanitizante no puede faltar.
Por su parte, la Licenciada en Psicología, Graciela Moreschi, señaló. “En este momento, una de las mejores opciones es hacer profundamente las cosas que se nos ofrecen: estar al aire libre, disfrutar realmente de la naturaleza, compartir tiempos con nuestros afectos, protegidos y en lugares abiertos”.
“Sólo se trata de vivir” y de adaptarse a esta nueva realidad. En épocas donde la pandemia ejerce su patético reinado, tal vez, bajar un cambio, constituya la estrategia más indicada para encarar la vida cotidiana.
El picnic es una práctica altamente recomendable, la excusa perfecta para encontrarse al aire libre con gente querida, comer y beber liviano: ¿Qué más se puede pedir?
¿Quién no los recuerda? La movida típica para celebrar la llegada de la primavera con los compañeros de escuela primaria, secundaria, etc…Hoy en día se convirtieron en una opción para los vecinos/as, quienes la eligen para compartir un encuentro al aire libre con familiares convivientes, amigos o allegados, de hasta diez personas para degustar una comida exprés al mediodía, o para disfrutar de la tradicional hora del té con jugos, batidos, refrescos y frutas de acuerdo con la temporada estival que estamos transitando y algunos, hasta se atreven, en estas noches calurosas a una petit cena a la luz de la luna…
Lo que puede el Covid-19, ¿no les parece? De qué manera atravesó nuestras vidas, imponiendo modalidades, obligándonos a realizar gastos impensados que afectan la economía severamente castigada durante el 2020…Pronto se cumplirá un año de esta convivencia forzada y forzosa, al respecto, y según las reflexiones de reconocidos infectólogos, el virus tiene, todavía por delante, y en principio, todo el 2021…
De aquí que resulta de gran importancia continuar con los cuidados esenciales-las únicas herramientas con las que contamos para evitar que los contagios continúen multiplicándose-y estos son: el barbijo/tapaboca cubriendo la nariz, boca y mentón, distancia social, preventiva y obligatoria, higiene de manos permanente, uso de alcohol en gel, privilegiar los espacios abiertos, o ambientes muy ventilados…
Nuestra Ciudad de Buenos Aires propone un conjunto de plazas y parques amigables, para definir el lugar más indicado para el picnic urbano, por ejemplo: los clásicos Bosques de Palermo, Puerto Madero, Costanera Norte, Barrancas de Belgrano, los Parques Saavedra, Sarmiento, Las Heras, y de la Ciudad-setenta y cinco hectáreas de árboles nativos para oxigenarse-.
¿Y qué llevar en la canasta? En el bolso o en la mochila, etc, etc…Todo muy simple, de poco ingredientes, pero sabroso. Por supuesto que el kit de limpieza y el sanitizante no puede faltar.
Por su parte, la Licenciada en Psicología, Graciela Moreschi, señaló. “En este momento, una de las mejores opciones es hacer profundamente las cosas que se nos ofrecen: estar al aire libre, disfrutar realmente de la naturaleza, compartir tiempos con nuestros afectos, protegidos y en lugares abiertos”.
“Sólo se trata de vivir” y de adaptarse a esta nueva realidad. En épocas donde la pandemia ejerce su patético reinado, tal vez, bajar un cambio, constituya la estrategia más indicada para encarar la vida cotidiana.
El picnic es una práctica altamente recomendable, la excusa perfecta para encontrarse al aire libre con gente querida, comer y beber liviano: ¿Qué más se puede pedir?
Por Buen Ciudadano
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