Dentro del contexto de la creación del Distrito del Vino en Villa Devoto ahora en un barrio aledaño se espera un Museo Del Vino.
El museo se llevará adelante en el predio de la cooperativa Fecovita, donde antiguamente llegaba el vino a granel en vagones tanques provenientes de las provincias de Mendoza y San Juan, para ser embotellaba, y luego se realizaba su distribución.
Hace pocos meses se creó el Distrito del Vino en Villa Devoto, y ahora se amplía a los barrios cercanos.
En este sentido, los edificios relacionados a la vitivinicultura, que tuvieron su esplendor en los años 50 y 60, se volverían a utilizar para continuar con la temática. Por ejemplo, las instalaciones de Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), se convertirá en un Museo del Vino. El predio está ubicado sobre la avenida San Martín al 4000, en Villa del Parque, frente a la Facultad de Agronomía de la UBA y a la vera del ferrocarril San Martín.
En tanto, según consigna el diario La Nación, desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Fecovita y la Cámara de Comercio de Villa Devoto, ya dieron a conocer los proyectos que ya están en marcha. No obstante, todavía no se definió cuál de ellos se adaptará mejor para volver a darle valor a la zona como parte del distrito, aunque el enfoque será la vitivinicultura.
Desde Fecovita, señalaron que “Se evalúan distintas alternativas, aunque todas están en estado germinal. Hay un montón de proyectos, entre ellos un museo del vino, y se están conversando en las diferentes reuniones que tenemos”.
Un poco de historia. Fecovita, pertenecía a las ex bodegas Giol, que también tenía otros edificios en Palermo donde hoy funciona el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el shopping Distrito Arcos. La bodega fue fundada en 1896 por Juan Giol y Bautista Gargantini, y se estatizó en 1954, bajo el gobierno de Juan Domingo Perón. Luego, en 1988 se volvió a privatizar, dando lugar a la actual Fecovita.
En la actualidad nuclea a más de 5000 productores integrados en 29 cooperativas que trabajan unas 25.000 hectáreas de viñedos en Mendoza.
El periodista e historiador Gustavo Choren, en diálogo con La Nación, recuerda que “Formaba parte del polo del tren San Martín que llegaba hasta Mendoza. Era el auge del vino común, que se distribuía en envases retornables, en botella de litro y cajones de alambre que eran distribuidos por un repartidor. Fue en los años 50 y 60, cuando se produjo el pico de consumo en la Argentina con 92 litros per cápita”. “Esa industria gigante se basaba en que los trenes venían de Mendoza o San Juan en vagones tanques. Desde la avenida San Martín hasta Palermo era un polo de grandes bodegas distribuidoras, como Peñaflor o Giol, bodegas que se acabaron o debieron cambiar cuando el consumo de vino común comenzó a caer en los años 80: se empezó a tomar menos vino y de mejor calidad”, precisó Gustavo Choren.