Organizaciones de Villa del Parque y Devoto como son los colectivos “Conciencia Urbana” y “Basta de Destruir Devoto” en el día de ayer realizaron actividades en las plazas Aristóbulo del Valle y Arenales, con el fin de recolectar firmas que avalen el proyecto de ley que esta semana será presentado en la Legislatura porteña para que se declare la “Emergencia urbanística, ambiental y habitacional en la Ciudad”.
Estas agrupaciones barriales no están solas en esta tarea, las acompañan el Observatorio de Derecho a la Ciudad, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA y la CTA Autónoma. También la integran colectivos barriales como Vecinos autoconvocados de Rodrigo Bueno, Vecinos x Saavedra, entre otros, en el marco de esta campaña iniciada por el movimiento “La Ciudad somos quienes la habitamos”.
Veamos los cuestionamientos que plantean en cada una de las áreas los vecinos movilizados de la Comuna 11.
EMERGENCIA URBANÍSTICA.
Debido al nuevo Código Urbanístico y de Edificación sancionado en 2018 que busca pasar de una ciudad de Buenos Aires de 3.000.000 a 6.000.000 de habitantes nuestros barrios están sufriendo un acelerado proceso de transformación que impacta directamente en el vecino que se siente afectado en su calidad de vida, además de ver como se modifica la identidad, fisonomía e idiosincracia de los lugares que eligieron para vivir.
¿Qué es lo que está cambiando?
1. Los nuevos Códigos permiten aumentar la constructividad hasta un 700%. Más volumen cementado, menos sol y aire. Y también este nuevo digesto consiente que se eliminen gran parte de los parques y jardines que forman parte de los pulmones de manzana.
2. La reducción de los pulmones de manzana que en gran parte se transforman en “terrazas verdes” que no drenan directamente a las napas subterráneas, resta notoriamente la capacidad de escurrimiento de las aguas superficiales (agua de lluvia) con la consecuente posibilidad de favorecer anegamientos en una ciudad cuyos dos riesgos más sustantivos por el cambio climático son precisamente las inundaciones y las islas de calor por cementación.
3. Pero aún más grave es que en paralelo a estos permisos para construir más no se lo acompaña con obras de infraestructura para dotar de más y mejores servicios públicos conforme al aumento de la población que se promueve. Así el colapso energético, la falta de gas en gran parte de los nuevos edificios y la escasez de agua que ya sufren estas áreas de la ciudad tenderá a agravarse en la medida que haya más densidad poblacional que viene de la mano de los nuevos emprendimientos.
EMERGENCIA AMBIENTAL
El Observatorio de Derecho a la Ciudad señala que en los últimos 13 años, la ciudad privatizó más de 500 hectáreas de tierras públicas de las cuales 150 eran superficies verdes públicas. Los datos oficiales revelan que los valores medios de superficie verde por habitante en la Ciudad de Buenos Aires (6 m2) se encuentran muy por debajo de los estándares internacionales recomendados (entre 10 y 15 m2)
A su vez este indicador ambiental no se distribuye de manera uniforme en el territorio. Por ejemplo, la Comuna 11 ostenta el triste récord de tener al único barrio de la ciudad de Buenos Aires que carece de un espacio verde público, y es precisamente Villa Santa Rita.
Otras problemáticas que también se viven en la ciudad es la gestión del arbolado público, ríos y arroyos altamente contaminados, como el arroyo Medrano uno de cuyos brazos atraviesa un sector de la Comuna 11.
También hay cuestiones con los residuos y particularmente en Villa devoto a partir del crecimiento exponencial del polo gastronómico que se vio impulsado aún más con la creación del Distrito del Vino, la deficiente disposición de residuos orgánicos e incumplimiento por parte de algunas empresas está trayendo aparejado mayor presencia de roedores, algo que también enoja al vecindario.
EMERGENCIA HABITACIONAL
En la Ciudad más rica del país, uno de cada seis habitantes se encuentra en emergencia habitacional.
Actualmente el 40% de la población de la ciudad es inquilina y debe destinar casi el 50% de sus ingresos a pagar el alquiler, con el agravante que la oferta de inmuebles para alquilar continúa reduciéndose debido a una legislación vigente muy cuestionada.
Desde hace años tampoco existen créditos hipotecarios que sean sustentables para el tomador del préstamo en el largo plazo.
Un dato paradójico es que el nuevo Código Urbanístico promueve el aumento de la construcción y duplicar la población de la Capital Federal, sin embargo ello no se traduce en una política habitacional integral que permita a los porteños un mayor y mejor acceso a la vivienda propia.
Por el contrario, la planificación está concebida para considerar al mercado inmobiliario como un activo financiero más y reserva de valor para grupos inversionistas muy reducidos.
Fuente: aquivilladelparque