Representantes del sector público y privado analizaron el nuevo escenario respecto a las vacaciones 2021.Los costos y las nuevas disposiciones en cuanto a l protocolo, los cuidados y las sugerencias para el turismo interno. Los detalles
Sobre la temporada de verano 2021 hay más preguntas que certezas. Representantes del sector público y privado de diferentes ciudades turísticas consultados conciben un verano con temporada, aunque los precios aún no están fijados. De todas maneras considerando la reciente sub del dólar se esperan aumentos de entre el 25% y 50% .
Los preparativos ya están en camino y en la Costa Alántica, el nivel de consultas se fue ralentizando por la ausencia de preside referencia..
En años normales las consultas y reservas comenzaban en octubre. Pero hoy el sector privado está esperando que se clarifique un poco la situación con respecto a las condiciones de contratación entendiendo la posibilidad de que haya algún cliente covid positivo en los hoteles, así como también de demanda para ajustar los precios.
La esperanza de los empresarios del sector turístico es reactivar el mercado en noviembre con los protocolos establecidos porque no conciben un verano cerrado.
“”Estamos intentando poder empezar a trabajar antes del verano un turismo interprovincial siempre y cuando Nación apruebe los convenios”, explica. En Mina Clavero, algunos hoteles toman reservas a consideración de lo que suceda, con posibilidad de cambiarla a un lapso de doce meses.
Los funcionarios aseguran que los precios están en formación, aunque deslizan aumentos de entre un 25 y un 40 por ciento en destinos como Mar del Plata, Villa Gesell, Bariloche y Mina Clavero. En Iguazú, “hay una variación máxima de un 15 por ciento más de acuerdo al establecimiento”, explica Patricia Duran Vaca, dueña de una agencia de turismo de Misiones.
En este sentido, los protocolos nacionales se van a respetar en todos los destinos: “No tenemos que competir por protocolos. Ya se ha capacitado al sector en este sentido”, refuerza Burlon.
Las ciudades balnearias, escenarios de aglomeraciones playeras como signo de una buena temporada, se adelantaron al protocolo nacional. Axel Kicillof, el gobernador de Buenos Aires, mantuvo una teleconferencia con los jefes comunales que gobiernan municipios en la Costa Atlántica a fin de trabajar en conjunto al respecto. “Gesell ha sido la primera ciudad del país que elaboró sus propias directrices de calidad sanitaria para balnearios, alojamiento y gastronomía. Ya se está trabajando puertas adentro y, a todos los que implementan bien, se les entrega un sello de calidad sanitaria que pueden exhibir en sus alojamientos para mostrar a clientes y al mercado potencial”, explica Felice.
Con respecto a la playa, se prevé un distanciamiento de 4 metros lineales entre sombrillas y uso de barbijos para transitar, pero no para tomar sol. Sistemas de banderas rojas y verdes para indicar si la playa se encuentra completa y una aplicación que le informará al turista en tiempo real para que pueda saber el estado de la playa.
Los funcionarios coinciden en que, si bien es difícil que la temporada superen en cantidad de turistas al año pasado, aún falta un tiempo para conocer la tendencia. El dato más certero de la intencionalidad de viajes es el último Hot Sale, donde se vendieron 188 mil boletos de avión, el 80 por ciento de los cuales fueron de cabotaje.
“Esperamos tener una buena temporada de verano ya que salimos uno de los destinos más elegidos por los argentinos tanto en el hot sale por venta de pasajes, como en distintas encuestas”, explica el secretario de turismo de Bariloche .
En el caso de la costa , el panorama es optimista: “Los destinos de la Costa Atlántica tienen un público cautivo que son los propietarios de las casas y se estima que este año en vez de alquilarlos para ir a otro lugar, seguramente vayan a utilizar sus propiedad y eso va a generar una afluencia turística diferencial con respecto al resto del país donde no se da esta característica”, resume Felice.