Valentina Mella lleva la esencia de La Boca a Génova, Barcelona y Nápoles, honrando el legado de Diego Maradona con su lente
La fotógrafa Valentina Mella inauguró en Europa su muestra “Boca, mi buen amigo”, un proyecto visual que celebra la pasión xeneize en tres ciudades emblemáticas: Génova, Barcelona y Nápoles. La exhibición, que representa la intensidad del hincha de Boca Juniors y sus rituales en el barrio porteño de La Boca, busca reforzar también la conexión emocional con Diego Maradona, ídolo indiscutido del club y figura de admiración mundial. La gira de Mella cuenta con un enfoque único en cada ciudad, donde la pasión futbolística se une a la herencia cultural y a los lazos que unen al club con Europa.
La idea surgió en las inmediaciones de La Bombonera, estadio que Mella frecuenta como hincha, donde comenzó a capturar en imágenes la energía y el estilo de vida de los hinchas de Boca. “Voy a la cancha siempre de local y vivo cerca, por ende decidí llevar la cámara en la previa de cada partido y subir ese material”, compartió la fotógrafa, quien afirma que su obra intenta reflejar el profundo arraigo y la vida cotidiana del hincha. Para Mella, “el ser de Boca” es mucho más que asistir a los partidos: es una identidad que trasciende edades, orígenes y clases sociales, y que, al ingresar a La Bombonera, une a todos los simpatizantes bajo un mismo grito de aliento.
En cuanto a la técnica fotográfica, Mella utiliza una mezcla de cámaras digitales, Reflex y su teléfono celular, capturando desde tomas profesionales hasta momentos espontáneos en la tribuna y en las calles. El impulso inicial para el proyecto vino de su tía, gestora cultural, quien la alentó a organizar su trabajo como una muestra itinerante. Génova fue la primera ciudad en abrirle las puertas, lo que Mella interpreta como una “respuesta ancestral”, dado que los fundadores de Boca Juniors eran en su mayoría genoveses y el término “xeneize” deriva del gentilicio de Génova en su dialecto local. La exposición se inauguró en la Sala Representativa del Palazzo Tursi, en el marco de los eventos de la Capital Europea del Deporte de Génova 2024, donde participaron autoridades como la concejala de Deportes de Génova, Alessandra Bianchi, y representantes del Comité Olímpico Italiano.
Luego, la exposición viajó a Barcelona, en el marco de “La expo de Boca”, organizada en la sede de Boca Juniors en la ciudad catalana y con el apoyo del Consulado de Boca en Barcelona. “Los europeos quieren mucho a Boca, no solo por ser conocido por todo lo que ganó, sino también por Diego Maradona”, observó Mella, señalando que la devoción por el exfutbolista argentino es un punto de conexión entre ambas culturas. En esta sede, la muestra incluyó objetos como camisetas antiguas, una réplica de la Copa Libertadores y recortes de prensa de origen japonés, dándole a la exhibición un toque más íntimo y de reunión entre hinchas.
La última parada de la gira será en Nápoles el próximo 3 de noviembre, en el Scugnizzo Liberato, un espacio cultural donde se rendirá homenaje al “Diez” con una intervención actoral de diez minutos, en la que se leerán textos del escritor Eduardo Galeano sobre el fútbol y la mística que rodea al deporte. En esta última presentación, la conexión con Maradona es aún más profunda: “En Italia todavía hay mucho arraigo con el Diego, toda Italia valoró su decisión de jugar ahí y lo quiso, incluso la gente del norte. Diego no murió”, afirmó Mella, convencida de que la leyenda del ídolo sigue viva en los corazones de los napolitanos.
La exhibición de Valentina Mella no solo retrata la devoción por el equipo, sino también el espíritu solidario y amistoso que caracteriza a los hinchas de Boca. Según la fotógrafa, el vínculo que existe entre Génova y La Boca es casi fraternal, y la vida en estos barrios se ve atravesada por un sentido de pertenencia y unión. “Boca y Génova tienen ese contacto con el puerto y ese contacto social no tan diferencial. Te falta un plato de comida, te lo doy, no me importa de dónde vengas y somos amigos. Y es lo que pasa cuando vas a ver a Boca, te encontrás con que no conocés a nadie, querés ir a la cancha y de repente te hacés amigos que capaz te duran para siempre”, relató Mella, ilustrando el compañerismo que, según ella, es un aspecto fundamental de la identidad xeneize.
El recorrido de la muestra por Europa guarda una conexión simbólica con la trayectoria de Maradona, quien pasó por Barcelona y encontró en Nápoles su “segunda casa”, donde su figura sigue siendo venerada. Mella también reveló que, a pesar de que aún no hay fecha ni lugar confirmados, su deseo es concluir la exposición en Argentina, regresando a sus raíces. “Es el lugar que me formó, estudié en la universidad pública, en Instituto Municipal de Arte Fotográfico y Técnicas Audiovisuales (IMDAFTA); además, trabajo como fotógrafa en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires”, comentó, manifestando su intención de que la muestra encuentre un cierre en su tierra natal.
Para Mella, “Boca, mi buen amigo” representa no solo una obra artística, sino un tributo al fervor y a los valores que el club encarna en sus hinchas, extendiéndose como un abrazo fotográfico entre los puertos de La Boca, Génova, Barcelona y Nápoles. La fotógrafa, fiel a su pasión y a sus raíces, apunta a cerrar el círculo de esta travesía en Argentina, llevando consigo la experiencia de una gira europea que le permitió compartir, en cada ciudad, el sentimiento incomparable de “ser de Boca”.
