En el barrio porteño de Belgrano, uno de sus pasajes se transformó en un polo gastronómico.
Se trata del pasaje Echeverría, que es una calle peatonal, que se lo encuentra detrás de la estación Belgrano C, y está en paralelo al ferrocarril Mitre.
Sebastián Laheram socio del food truck empotrado en un edificio “Pony Pizza”, que está ubicada en Echeverría 1677, dijo que “La gente tenía miedo de entrar”.
En un primer momento, pretendían que fuera una “locación secreta” y procuraban que las cajas de delivery tuvieran bien visible la marca para que los chicos de reparto dieran pistas de la ubicación.
También en diálogo con el diario La Nación, Roy Asato, que comanda Orei, uno de los puestos más buscados del Pasaje, señalo: “Encontré un formato pandémico que me permite concentrarme 100% en el producto y no ocuparme del servicio”.
Otro de los locales gastronómicos del pasaje es “Bastardo”, local que Manuel Gómez y Patón Rojo instalan al lado de la vía del tren Mitre, que abrió en abril pasado.
“Tanto Patón como yo nacimos y crecimos en el barrio y fuimos al colegio a pocas cuadras del pasaje. De chicos y adolescentes nos daba miedo pasar por ahí. Hoy es muy lindo ver cómo durante el día se llena de familias”, recordó Gómez.
Asimismo, se puede encontrar a Sando de América, que es el tributo que Tato Giovanonni le hace a los sándwiches nipones con un toque latino.
Por su parte, Diego Chamorro, músico que toda la vida trabajó en ambientes gastronómicos, señaló: “Siempre quisimos poner un cafecito como los que hay en Brooklyn, en Nueva York”.
Y agregó que “No manejamos industria, no tenemos gaseosas y el único proveedor industrial es el de lácteos”. Además, explicó que el café se lo compra en cooperativas de América Latina y se tuesta en Buenos Aires, mientras que la pastelería que venden en su loca es artesanal.