Se trata de una propuesta solidaria para colaborar con personas en situación de calle, las que con la pandemia han profundizado el estado de vulnerabilidad, de manera que puedan vender textos y acceder a un ingreso.
La idea surgió de dos amigas de la infancia, Marina Peluffo, psicóloga, y Cecilia Gallo, licenciada en Ciencias de la Comunicación, quienes en medio de la irrupción del Covid-19, articularon una iniciativa tendiente a vincular a donadores de libros con vendedores callejeros.
Desde la cuenta creada en www.instagram.com/unlibroxunaoportunidad se reciben las donaciones de ejemplares, los que posteriormente son repartidos entre todos aquellos interesados en formar parte de esta red.
La movida comenzó con dos vendedores y veinte libros…En cuatro meses, incorporaron a treinta y seis trabajadores que montaron sus puestos en las calles de Buenos Aires, San Fernando, San Isidro, y en la provincia de Salta.
Aproximadamente obtienen entre dos y tres mil pesos por día…Las creadoras de este emprendimiento intentan ahora que la iniciativa se extienda a nivel federal.
El criterio que aplican Marina y Cecilia en cuanto a la recepción de obras, procuran que sean vendibles, para lograr mayor efectividad en el resultado.
Por ejemplo, los materiales que tiene mayor salida son los libros infantiles, las novelas, los volúmenes de cocina, de crianza, o los textos en inglés, entre otros…
Sin una alternativa para enfrentar desde otro lugar el difícil momento que nos toca vivir…Este proyecto puede convertirse en una especie de trampolín, a través del contacto personal, uno de los vendedores, en los últimos días obtuvo un trabajo de albañil.
Desde su tienda al aire libre ubicada en Avenida Santa Fe y Marcelo T. de Alvear, Gonzalo Giadone, despliega con dedicación sus materiales culturales…Se puede apreciar literatura de Juan José Saer, Carlos Fuentes, Florencia Bonelli, Amor Towles, José Saramago, etc
“Hace mucho frío pero hay que vender”…comenta Giadone que en otra parte de la jornada ejerce como abogado.
A propósito, cada vendedor o vendedora cuenta con una madrina o padrino. Tiene que ver con la participación de un vecino o vecina, que de manera espontánea se comprometen a ayudar a estos trabajadores a mantener el “puesto” ordenado, y con un buen stock de títulos. Asimismo también y en articulación con el GCBA, se encaran problemáticas relacionadas con la salud, vivienda o adicciones.
Para los transeúntes es una atractiva posibilidad para adquirir novelas, entre otras publicaciones de interés general a trescientos pesos, en tanto que los infantiles valen alrededor de doscientos pesos.
Desde la cuenta en www.instagram.com/unlibroxunaoportunidad , Marina y Cecilia reciben y coordinan la recepción de las donaciones, las lonas, los changuitos para transportar los libros, y además capacitan a los vecinos y a las vecinas que decidan sumarse para acompañar como padrinos o madrinas a los vendedores.
Por Buen Ciudadano
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