Por el testimonio de un trabajador se reveló que existieron amenazas y torturas de la cadena de supermercados Coto.
Se trata Christian, un trabajador de Coto, sucursal 160 del barrio porteño de Retiro, que declaró ante la Secretaría de DDHH, donde relató que lo obligaron a trabajar siendo grupo de riesgo y esposa falleció al contagiarse. Además, contó que vio torturas y violencia dentro del supermercado donde trabaja.
El trabajador relató que en los últimos meses está atravesando un muy mal momento y que gracias al tratamiento psiquiátrico y psicológico pudo relatar frente a la Secretaría de Derechos Humanos. El delegado Héctor Castro explica: “Nosotros pedimos hablar con la secretaría de DDHH porque Christian es un sólo caso, pero hay millones de casos en la cadena COTO”.
Según informa el portal InfoGremiales, todo cabría comenzado “en marzo, abril” cuando el trabajador se contagió de dengue “ahí me avisan que iba a pasar a ser paciente de riesgo porque el virus me había matado casi todas las plaquetas (…) Me hicieron volver 4, 5 días antes de que terminara la licencia, yo acepté y fui a trabajar igual”.
“El día 5, 6 de julio empiezo a sentirme mal, con mucho dolor de cuerpo y de cabeza” señala Christian.
Frente a esta situación, el trabajador dio aviso a su supervisor avisando que de seguir con dicho cuadro se ausentaría al día siguiente. “Me respondió que si faltaba me iba a echar a la mierda, que lo único que quería eran días de vacaciones”, contó Christian quien terminó presentándose a trabajar con 38 grados de fiebre.
Al otro día, delegados del supermercado lo mandaron a hacerse el testeo. Desde Recursos Humanos le dijeron que se hacía la víctima, que no tenía nada, sólo una gripe, que “nadie de Operaciones se podía enfermar”.
Finalmente, el test le dio positivo. Se aisló en su casa pero aun así su esposa se contagió y falleció. La muerte de su pareja le generó una crisis, la propia psicóloga de la empresa y la de la obra social solicitaron el cambio de sucursal para evitar tener contacto con el supervisor que lo forzó a trabajar bajo amenaza de despido. “Es la violencia que tiene COTO hacia vos. En Operaciones es así. Nos dicen que somos unos inútiles y peor también, malas palabras”, contó.
Christian tiene un hijo de ocho años a su cuidado y una hora y media en auto para llegar a su sucursal en retiro. Sin embargo, desde Coto le niegan el pase a otra sucursal