Una propuesta para valorar y tener en cuenta
“Convivir con la adversidad me ayudó a desarrollar una gran capacidad de tolerar la frustración y superarla”
Con estas palabras el multicampeón de la especialidad, Gustavo Fernández, definió de manera categórica su actitud frente la vida y con respecto al deporte también.
Este ejemplo de ser humano y profesional del tenis adaptado, nació en la ciudad de Río Tercero, Córdoba, el 20 de enero de 1994.
La naturaleza quiso que al año y medio, un imprevisto infarto a nivel medular, lo dejara de pronto sin movilidad en las piernas.
Más allá del golpe inicial tanto para Gustavo como para sus familiares, a los seis años comenzó a jugar tenis.
Y allí se inició su carrera imparable, y exitosa, a fuerza de entrenamiento, concentración, de la búsqueda de la perfección, de la humildad, y por sobre todo, de mucha, pero mucha pasión.
Entre los múltiples reconocimientos recibidos, obtuvo en dos oportunidades el Torneo de Roland Garros-2016/2019-, Guadalajara 2011, Wimbledón 2015 en Dobles, encabezó la delegación nacional en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, a Gustavo le gustaría ser entrenador de básquet, y dentro de algunos años, tener hijos con su pareja Florencia.
El número uno del tenis internacional, el serbio Novak Djokovic, manifestó su admiración, con estas palabras: “Un placer ver a Shingo Kunieda y a Gustavo Fernández, verdaderos campeones…Estoy completamente fascinado cada vez que veo tenis en vivo en silla de ruedas, gracias por mostrar cómo la perseverancia de querer hacer deportes es más fuerte que la discapacidad”.
La experiencia poderosa e inspiradora de “Gusti”, como lo llaman sus familiares y amigos, fue plasmada en “Hambre de Lobo”, donde Gustavo con la colaboración de Sebastián Torok, desarrolla su propia biografía.
En febrero de este año, las mejores figuras del tenis adaptado de América Latina, alrededor de cien deportistas, se presentaron en Parque Sarmiento, en el barrio de Saavedra.
El equipo femenino argentino se clasificó para la Copa del Mundo que se disputará en Portugal.
El tenis en silla de ruedas empezó a practicarse en nuestro país a partir de 1986, el profesor Carlos Pereira Pinto fue uno de los impulsores.
En 1988 la Argentina participó por primera vez en la Copa del Mundo de la disciplina que se llevo a cabo en los Estados Unidos de América. La dupla argentina logra la séptima posición.
¡Cuánto para hacer, para apoyar y potenciar al tenis adaptado!
Vale la pena informarse y generar oportunidades inclusivas para que surjan nuevos profesionales de la actividad.
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