Una experiencia histórica, socio cultural que surge como una respuesta ante la oscuridad y las restricciones impuestas por la última dictadura cívico-militar que rigió el destino de la Argentina. Una propuesta impulsada entre otros por reconocidos intelectuales como Osvaldo Dragún, Roberto Cossa y Carlos Somigliana, reunió no sólo a artistas, dramaturgos, sino que también entusiasmó a espectadores y público en general. Luego se sumarían Luis Brandoni, Jorge Rivera López, Oscar Viale, Pepe Soriano, Aída Bortnik, Máximo Soto, Ricardo Monti, Eduardo “Tato” Pavlovsky, Eduardo Rovner, Carlos Gorostiza junto a técnicos, músicos y escenógrafos.
Al respecto, Ricardo Halac señaló: “Un grupo de dramaturgos comenzamos a reunirnos en el segundo piso de Argentores…Integré el grupo inicial y colaboré durante los tres años de existencia del movimiento en todas las tareas que mi presencia fuera necesaria…En su transcurso pude estrenar “Lejana tierra prometida”-1981- y “Ruido de rotas cadenas”-1983-
Por su parte, Roberto “Tito” Cossa expresó: “Teatro Abierto tiene algo de mito, que hoy permanece en la memoria como un hecho político”.
En tanto, Roberto Perinelli, reflexionó en estos términos: “Sin Teatro Abierto creo que hubiera sido el fin del teatro independiente tal cual como lo reconocemos con su espíritu luchador, resistente, siempre disruptivo”…
A cuarenta años de este hecho significativo de nuestra cultura nacional, es tiempo de homenaje para una movida que arrancó sobre la base de obras breves, veintiún autores y veintiún directores, sin intereses económicos de ningún tipo, ni problemas de ego o de cartel. Cabe recordar que durante la temporada inicial, subieron a escena, puestas de la calidad de:
“Decir sí” de Griselda Gámbaro, “El que me toca es un chancho”, Alberto Drago, “El nuevo mundo” de Carlos Somigliana, “Coronación” de Roberto Perinelli, “La cortina de abalorios”, Ricardo Monti, “Criatura” de Eugenio Griffero, “Tercero Incluido” de Eduardo Pavlovsky, “Gris de Ausencia” de Roberto Cossa, y el “Dieciséis de Octubre” de Ellio Galipolli…
Todo iba viento en popa hasta que el seis de agosto de 1981 un atentado incendiario destruyó al flamante Teatro del Picadero, ubicado en el Pasaje Rauch al 1847.
El irracional acontecimiento colaboró para que de inmediato numerosos empresarios/propietarios ofrecieran generosamente alrededor de diecisiete salas porteñas para que el proyecto “Teatro Abierto” continuara con su magnífico aporte a la identidad y a la cultura de los argentinos.
El ciclo siguió su curso en el Tabarís, repitió en el Teatro Odeón y en 1983, en el “Margarita Xirgu”, y por último en 1985, se llevó a cabo un “Teatrazo”, que incluyó un desfile callejero.
Concurso Nacional de Obras “Teatro Abierto a Nuevas Miradas”
Con la organización de Argentores, el Sindicato de Autoras y Autores, SADA, y del Instituto Nacional del Teatro, se abre la convocatoria hasta el 23 de setiembre próximo.
Para mayor información: www.inteatro.gob.ar
Por Visión Porteña
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