Ante el pedido de las distintas entidades que representan al gremio de los taxistas, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, convocó a una audiencia pública para definir los aumentos consensuados. El reclamo consiste en adecuar las tarifas a la escalada inflacionaria de los últimos tiempos.
Resulta imposible para todas las actividades que se desarrollan en nuestro país, poder sostenerlas si no se adecuan continuamente al avance de los precios de todos los productos y prestaciones. Aquellos que no actualizan sus precios, no pueden continuar desempeñando su función. Es lamentable que esto se produzca. Es una espiral inflacionaria, donde todo aumenta porque todas las variables han subido sus precios. Una cadena de un círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo.
Ningún sector queda por encima de esta variable. De no actualizar, se queda fuera del sistema. Así lo entendieron y realizaron un reclamo en conjunto, las siguientes organizaciones que representan a la actividad del taxímetro: la Unión Propietarios de Autos de Taxis (UPAT), la Asociación Taxistas de Capital (ATC), la Cámara Empresarial del Autotaxi (Cametax), la Unión de Propietarios y Mandatarios de Taxis de la República Argentina (Upymra), el Sindicato de Conductores de Taxis de Capital Federal (SCT) y el Sindicato de Propietarios de Automóviles con Taxímetro (SPAT).
La audiencia pública convocada por la ciudad, a través de la publicación del Decreto 242/22 en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires. La fecha de su realización, es para el 30 de agosto. Se está manejando la posibilidad de realizar el aumento en dos tramos. Se habla de un 30%, a partir de setiembre y de un 20% en noviembre. Según los trascendidos de estas organizaciones gremiales, el reclamo se sustenta en la necesidad de: “recomponer la ecuación económica de la actividad”.
Con la aplicación del 30% inicial, la tarifa aumentaría de acuerdo a los siguientes incrementos: Ficha diurna, de $14,40 a $18,70. Ficha nocturna: pasaría de $17,40 a $22,50. Para noviembre, con el 20% pactado se iría la ficha diurna a $22.50 y la nocturna a $27,00. En cuanto a la bajada de bandera, que representa el valor de 10 fichas, los aumentos convertirán, el actual importe de $144 a $187, en el primer tramo y a $225, en el segundo.
En definitiva, cuando se apliquen los dos tramos, de un 30% para el primero y de un 20%, para el segundo, la tarifa actual habrá subido un 56%. Desde el Gobierno de la Ciudad, se manifiestan, sobre la necesidad del aumento, con estas consideraciones: “el servicio de taxis tiene costos fijos con ajustes de acuerdo a la inflación, como el precio del combustible y la reposición de autopartes, entre otros”.
Por Francisco Grillo
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