Desde 2007, cada 18 de febrero, se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Fecha que recuerda al Doctor Hans Asperger (1906-1980), psiquiatra austríaco que describió el denominado Trastorno del Espectro Autista.
Cada año esta celebración tiene por objetivo dar visibilidad y promover la acción política y social para reivindicar y promocionar el ejercicio de los derechos de las personas con este Síndrome y sus familias.
El SA es una variante del neuro desarrollo que se caracteriza por una marcada dificultad para comprender el propio mundo emocional y el de los otros. Pero a la vez, estas personas pueden tener un grado de inteligencia normal, o incluso superior.
Se asocia con la escasa flexibilidad de pensamiento y comportamiento, desde un repertorio restringido de intereses. Características que comprometen de manera significativa el desempeño social y su autonomía.
Se considera un Trastorno cuando la intensidad de los síntomas amerita la puesta en marcha de un tratamiento que haga más agradable su vida en sociedad y que al mismo tiempo, reduzca el grado de insatisfacción que pueda ocasionar su estilo solitario o la falta de adaptación.
Afecta mayormente a los varones, aunque también se presenta en las mujeres, resulta más difícil detectarlo.
Reconocer de manera temprana sus señales permite comenzar con rapidez un tratamiento que mejore la vida de quienes padecen esta patología.
Alerta Síndrome de Asperger
- Dificultades para la interacción social y relaciones sociales limitadas.
- Desean relacionarse, pero no saben cómo hacerlo.
- Suelen tener intereses y actividades restringidas, rígidas, sistemáticas y repetitivas.
- Tienen intereses muy concretos sobre los que acumulan mucha información y dedican mucho tiempo, y convierten en tema principal de sus conversaciones.
- Les cuesta adaptarse a los cambios, las situaciones novedosas o poco previsibles.
- Pueden ser extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente: ruidos, luces, olores, sabores.
- Algunas personas con SA muestran retraso motor y torpeza en sus movimientos.
- Son muy literales: no suelen comprender los chistes o dobles sentidos.
- No suelen mirar a los ojos cuando hablan y realizan pocos gestos con el rostro.
- Les cuesta comprender expresiones faciales y gestos.
- Tienen dificultad para comprender las reglas sociales: esperar turno, saludar, dar las gracias, guardar distancia al conversar.
- Algunas personas con SA hablan mucho, en un tono alto y peculiar, y usan un lenguaje extremadamente formal y con un extenso vocabulario.