4 de enero, 2023
Esta celebración tiene un origen religioso, basado en el evangelio de Mateo, sobre el relato del nacimiento de Jesús y la llegada de unos “magos” para rendirle homenaje por ser el rey de reyes del pueblo judío. A lo largo de la edad media, mientras el relato se extendía por toda Europa, la historia cambió poco a poco hasta la forma en como hoy en día se conoce. ¿Qué pasaría si te levantas y como regalo de Reyes, al lado de tus zapatitos encontrás un dildos y tres reyes magos que esperan el día para darte una noche mágica?
En realidad, no se menciona con exactitud el origen; debido a las múltiples versiones sobre estos personajes, pero la mayoría de estas, mencionan que provinieron del oriente; a su vez, no hay exactitud sobre la cantidad de magos que llegaron al alumbramiento. Hasta que el siglo III, el escritor y teólogo Orígenes propone que sean tres magos debido a los tres regalos ofrecidos a Jesús, los cuales son: oro, incienso y mirra.
Durante los siglos siguientes, estos magos recibieron diferentes nombres. Los primeros apareciendo en el siglo V en “Excerpta latina barbari”, una crónica griega que fue traducida a latín hasta el siglo VIII, otorgándoles los nombres de Melichior, Gathaspa y Bithisarea. En el siglo VI se encontró un mosaico en la iglesia de San Apolinar Nuovo en Ravena (Italia), que muestra a los tres personajes que Orígenes propuso, haciendo una procesión y arriba de ellos sus nombres, los más parecidos a los que conocemos. Hasta el siglo IX, en la Italia medieval, donde el historiador Agnello plasmó su obra “Pontificalis Ecclesiae Ravennatis” los nombres Melchor, Gaspar y Baltasar.
Aunque la biblia hace alusión a magos, en el siglo V el Papa Leon I el Magno constituyó que serían tres reyes y en la iconografía religiosa de los siglos posteriores así se representarían; no sería hasta los siglos XIII y VIX, donde estos personajes simbolizarían los tres continentes conocidos hasta la época cómo muestra de la presencia y adoración de Jesús en todo el mundo. Melchor, representando a Europa, Gaspar a Asia y Baltasar a África.
En el siglo XIII, salió un libro titulado “Auto de los Reyes Magos” o “Adoración de los Reyes”, la que se considera la primera obra teatral castellana. El códice de dicha obra permanece en la Biblioteca Nacional de España. Cabe destacar que durante toda la obra se les describe como “steleros” (astrólogos) por el relato bíblico de la estrella que los guía hasta el nacimiento de Jesús y no como “reyes”.
Tras la conquista española, la evangelización fue traída consigo. Una forma de adoctrinamiento era por medio de la visualización de obras teatrales conocidas en náhuatl cómo “nexcuitiles”. De esa manera, el catolicismo y toda su historia fue concebida por el pueblo indígena y fue evolucionando, agregando elementos con base en otras festividades y costumbres de diversas culturas. A pesar del origen religioso, el día de reyes ha pasado de ser una tradición católica a una celebración comercial, dónde los elementos que la conforman, cómo la rosca de reyes, regalos, el niño Jesús y su conexión con el Día de le Candelaria, son apreciados más por su significado social que religioso.