En el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio, a causa de la pandemia del coronavirus, los especialistas de la salud destacan un aumento del sedentarismo, el hambre emocional y el desorden alimenticio. Con el propósito de alertar sobre estas consecuencias de la pandemia, la obesidad y sobre todo la obesidad infantil, celebraran una nueva edición de la “Semana de la no dulzura” desde el sábado 25 de Julio hasta el viernes 31 de Julio. Se trata de una Campaña de bien público, con el fin de fomentar una mejor educación alimenticia, y moderar el alto consumo de azúcar. Según los últimos estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, en nuestro país se consumen 114 gramos de azúcar diarios por habitante, esto representa cuatro veces más a la cantidad recomendada por la OMS, que sugiere entre 25 a 50 gramos por día. El exceso de azúcar, favorece al crecimiento de la obesidad, puede provocar cáncer, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, que comprenden la primera causa de muerte en Argentina. Esta iniciativa nació en oposición a la famosa “Semana de la dulzura” que se celebra desde 1989, promoviendo la ingesta de golosinas. La semana de la no dulzura de este año, busca alertar sobre el abuso del azúcar dañino, en tiempos de la cuarentena obligatoria. La Argentina tiene el mayor porcentaje de obesidad infantil en niños y niñas menores de cinco años de toda Latinoamérica. Según los especialistas, siempre que consumimos una golosina (azúcar refinada) provoca un aumento de la glucemia en la sangre, lo que equivale a un incremento en la producción de insulina, y esto sostenido en el tiempo puede provocar una insulinorresistencia, que es la capacidad decreciente del cuerpo humano a responder a la insulina que produce. La resistencia a la insulina puede generar prediabetes y diabetes del tipo 2. Además el alto consumo de azúcar está asociado a un proceso que se denomina glicecacion proteica, que es la reacción espontanea de la glucosa sanguínea con las fibras dérmicas de colágenos y elastina.
La epidemia de la obesidad está creciendo en el país, ya que hoy afecta a uno de cada tres niños, niñas y adolescentes. Según la OMS, se debe reducir la ingesta de azucares libres a menos del 10 % de la ingesta calórica diaria, en niños y adultos. Esto equivale a menos de 12 cucharaditas de azúcares libres en una dieta diaria de 2000 calorías. Se consideran azucares libres, a aquellos azucares añadidos a los alimentos por los fabricantes, cocineros o consumidores, e incluyen los azucares presentes de forma natural en la miel, jugos de frutas y jarabes.