La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el uso de la vacuna “ARVAC Cecilia Grierson” como refuerzo contra el COVID-19; es la primera vacuna desarrollada íntegramente en Argentina, por lo que constituye un hecho histórico para la ciencia nacional. Los detalles del anuncio fueron dados a conocer por autoridades del CONICET, de los ministerios nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación, de Salud,de la Universidad Nacional de San Martín y científicos/as a cargo del desarrollo.
El proceso de desarrollo de la vacuna y la realización de los ensayos clínicos involucró una red público-privada con más de 600 científicos/as y profesionales pertenecientes a 24 instituciones del país. Contó con un financiamiento de 1.700 millones de pesos del Ministerio de Ciencia a través de la Agencia I+D+i.
La nueva vacuna es bivalente y está basada en proteínas recombinantes, una tecnología segura que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B desde hace más de 20 años o más recientemente, el VPH. Se trata de una tecnología que ha demostrado ser muy segura y robusta, y que permite desarrollar vacunas que se almacenan entre 2 y 8°C (temperatura de heladera). Estas características permitirían que las dosis de la ARVAC Cecilia Grierson, a diferencia de las primeras vacunas contra el COVID-19, sean más económicas, fáciles de producir y de distribuir.