El Museo Casa Rosada, ubicada en Paseo Colón al 100, cumple 10 años de su reinauguración.
Ubicado en el subsuelo, detrás de la Plaza de Mayo, iluminado especialmente en su interior, celebra sus 10 años desde que lo reinauguraron, un 24 de mayo de 2011.
El Museo Casa Rosada, que volvió a abrir sus puertas al público hace diez años, es un espacio de cinco mil metros cuadrados recuperado, remodelado y restaurado en lo que antiguamente fue la Aduana Taylor.
Contempla un patrimonio de 12 mil piezas, mediante las cuales se cuenta la historia argentina a través de objetos únicos: mates, vajillas, bandas presidenciales o automóviles desde un Cadillac que perteneció a Perón hasta un antiguo carruaje.
Todos estos objetos se encuentran debajo de este techo vidriado, balconeado por el contrafrente de la Casa Rosada, cuyo diseño fue realizado Francesco Tamburini, un arquitecto, de origen italiano.
Allí también se encuentra el mural “Ejercicio plástico”, realizado por el mexicano David Alfaro Siqueiros. Asimismo, allí se conservan 18 de los arcos de ladrillo a la vista que resistieron a aquella aduana Taylor, donde se despliegan cerca de “300 objetos de los 12 mil que conforman el total del patrimonio, donado por ex presidentes, familiares o incluso figuras como Antonio Carrizo, quien legó una serie increíble de afiches peronistas”, según la curadora Adriana Mare.
Por su parte, en diálogo con Télam, la Directora del Museo, Andrea Rabolini, explica que “Con los cambios implementados y en especial con la gigantografía del frente de la Aduana Taylor buscamos que el visitante del Museo pueda experimentar y vivir nuestra historia. Sentir la emoción de revivir ese sitio histórico. Como se recordará, la ex Aduana Taylor que fue símbolo del poder económico y político de Buenos Aires fue derribada para la construcción del Puerto”.
Y agrega que “Solo resistió a su demolición un sector del ala oeste que hoy integra el nuevo Museo junto al patio de maniobras y los restos del fuerte de Buenos Aires”.
En tanto, la curadora Adriana Mare, comenta que “Siempre nos preguntan cuál es el objeto más importante de nuestra colección. Es imposible responder a eso pero siempre los traemos hasta aquí -revela Mare llegando justo al final del recorrido, mientras señala las bandas presidenciales- Son el regalo que el pueblo le hace a cada presidente”.