La Cámara de Senadores aprobó ayer la Ley de Alquileres, donde se plantean aumentos anuales, y ajustes cada tres años.
Ayer en el Senado de la Nación se aprobó la Ley de Alquileres con 41 votos a favor y ninguno en contra. Los inquilinos esperaban que finalmente la resolución se aprobara, dado que plantea modificaciones muy beneficiosas para ellos, como la extensión de los contratos y la actualización, que deja de regirse por las expectativas de mercado y pasa a aplicarse por un índice objetivo.
De esta manera, la modificación en el Código Civil y Comercial de la Nación deberá aplicarse a todos los contratos de locación.
La ley en cuestión no se modificaba desde hace 36 años, y además, hace 4 años que se intentaba avanzar en el Congreso, pero nunca se tuvo éxito, hasta ahora. En la actualidad hay 9 millones de argentinos que alquilan, el 17 por ciento de las familias, según informó Ana Almirón, de la Comisión de Legislación General del Senado.
Uno de las modificaciones de la ley, incorpora los aumentos, pero una vez al año, o sea que dejarán de ser semestrales. Por otra parte, en la actualidad ese aumento se realiza de forma arbitraria, según las expectativas de inflación. Pero a partir de ahora, con los cambios, pasará a basarse en un indicador que publicará el Banco Central.
Gervasio Muñoz, titular de la Defensoría del Inquilino de la Ciudad de Buenos Aires, dijo a Pagina12 que “El contrato ya no va a decir cuánto vas a pagar cada semestre, porque eso se va a ir calculando a medida que pasan 12 meses”.
Otro de los conceptos que se modificaron tiene que ver con los contratos, que ahora podrán ser más largos, lo que otorga mayor previsión para el inquilino. “Mudarse cada dos o cuatro años altera las relaciones sociales y la vida de las familias”, dijeron desde la agrupación Inquilinos Agrupados.
En relación a las garantías, serán contempladas nuevas opciones. El locatario deberá proponer al menos dos alternativas, que pueden ser un título de propiedad, aval bancario o seguro de caución, y el propietario elegirá una.
Otro de los puntos significativos es la renovación de los contratos, que también tendrá cambios. La nueva ley introduce la obligatoriedad de acordar las condiciones de renovación con tres meses de anticipación, para que el inquilino tenga tiempo para buscar otra vivienda.
Esta nueva ley no es bien vista por inmobiliarias y propietarios, por lo que Muñoz remarcó: “El artículo que más le molesta es el que tiene que ver con registrar los contratos en AFIP. Hoy no hay ningún organismo público para blanquear y va a servir para que haya un registro de inquilinos”.
