Los ciudadanos involucrados en la protesta, irán casa por casa repartiendo volantes que alerten sobre la regeneración del Arroyo Medrano en el Parque Saavedra.
Esta actividad se complementa con protestas anteriores como los “semaforazos” semanales en Pinto y García del Río. Los organizadores comentaron que hacen esta medida puerta a puerta debido a que “Muchos lo ven por las redes, pero otros ni siquiera se enteran”.
Son vecinos organizados y asambleas barriales que tomaron la iniciativa de recorrer el barrio durante esta semana para dar a conocer la situación a la comunidad, en el marco de las distintas actividades contra la regeneración del Arroyo Medrano dentro del Parque Saavedra, durante esta semana para dar a conocer la situación a la comunidad.
La principal motivación es que todos los vecinos de Saavedra estén enterados de la situación, indicaron sus integrantes como objetivo primario. En el mismo sentido, también contaron que están organizado “una gran movida” de protesta, la cual todavía no tiene fecha establecida.
El lema de los ciudadanos es “El Parque Saavedra No se Toca” y desde que se enteraron de lo que impulsan desde el gobierno porteño realizaron diferentes manifestaciones, y entre ellas, la más visible fue una seguidilla de “semaforazos” que se llevaron a cabo a fin de año todos los miércoles al atardecer en Pinto y García del Río.
Desde el lado de la ciudad, los funcionarios indican que la obra de regeneración del Arroyo Maldonado tiene entre las principales prioridades “mitigar el impacto de las inundaciones”. “Responde a una necesidad” vinculada al cambio climático y la idea de “usar la naturaleza como parte de la solución” de las inundaciones en la zona. “Queremos recuperar ese cauce natural del Arroyo para que haya más naturaleza”, se expuso.
A su vez, contaron que el arroyo a construir tendrá seis metros de ancho y uno de profundidad, en torno a unas pendientes naturales que se generarán y las cuales tendrán flora nativa. Se utilizará agua limpia de napa, en “buenas condiciones”. El cauce será meandroso (con curvas naturales) a lo largo de 500 metros en sentido sur-norte (de la altura Paroissien y Roque Pérez hasta García del Río y Pinto) hasta volver a entrar bajo tierra, mediante una clapeta (válvula). No hay riesgo de dengue porque el agua circulará permanentemente de sur a norte, se renovará de forma constante. Debido a la contaminación del Arroyo Medrano (químicos que tiran empresas y basura que ingresa por los sumideros) su agua no se va a poner “en superficie”, sino que continuará corriendo dentro del entubamiento.
Asimismo, los funcionarios del gobierno porteño dijeron que “los entubamientos son eficientes para la gestión de riesgo hídrico, pero no se va a poner esa agua en superficie. Vamos a regenerar un cauce natural con agua limpia de napa”, y añadieron que no hay riesgo de que un día de lluvia intensa el agua contaminada emerja debido a la presencia de la válvula.
Confirmaron que está previsto que las obras no afecten las instalaciones actuales ni las circulaciones existentes: los principales caminos que hoy tiene el Parque serán puentes que cruzarán el Arroyo “de agua limpia”.
En igual sentido, las autoridades ratificaron el llamado a licitación pública se hará entre enero y febrero de 2022. Además de que está planificada la realización de una Audiencia Pública con la participación de vecinos, posiblemente en marzo o abril, derivada de los estudios de impacto ambiental. Se Agregó que en mayo iniciarán las obras, para culminar, preferentemente, en febrero de 2023.