Un día vino Laura y pronunció las cuatro palabras mágicas: “me rendí al conflicto”, claro, concreto, preciso… sin más. Y siendo mediadora me dije… ¡wow!
Y de pronto un día amanece, te sentás en la cama y el hallazgo hace luz, decidiste colgar los guantes, retirarte del ring, ya no te interesa el campeonato mundial de boxeo.
Rendirse como filosofía de vida, desatarnos de los que nos ancla, nos hunde, nos estanca. Estar en guerra es una postura, soltar las armas es una decisión que te propongo tomar, para lo cual te pregunto: ¿preferís tener la razón o conservar la relación con ese vínculo que actualmente estás en discordancia?, ¿tu paz es negociable?, ¿no creés que estás pagando un costo muy alto por ese litigio que acapara toda tu atención?
A veces se gana cuando se pierde. Ganamos salud… vaya tesoro por estos tiempos, ganamos cordura… claridez mental, ganamos templanza… paz básicamente.
¿Y vos te empecinás en seguir derrochando toneladas de energía para auto convencerte de que no pensás ceder?, ¡porque eso es para débiles! Mirá que podés estar fallando en los cálculos… consideralo.
Jugar siempre en los extremos te fanatiza y no te permite transitar por el abanico de los matices y experimentar otras zonas nunca antes pisadas.
Desencadenate, abrí el candado y ponete en “frecuencia libertad”.
Descubrite en modo acuerdo y compartime las sensaciones de lo que significó este salto para vos y los tuyos.
Licenciada en Psicología Social: Noelia de la Fuente
Instagram: @delafneo