Las tareas de reparación incluyen la reposición del adoquinado, se fabricaron e instalaron bancos y de las estructuras para guardado de atriles de artistas. Además, se pintó de acuerdo a los colores que lo había hecho Quinquela Martín.
La restauración estuvo a cargo de la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que refaccionó la calle Caminito del barrio porteño de La Boca, que además integra el patrimonio cultural de la CABA y también restableció los colores originales que ideó el artista Benito Quinquela Martín.
A lo largo de los 110 metros que tiene la calle, se renovó la pintura sobre unos 600 metros cuadrados en los fondos, paredes o medianeras de las 24 propiedades lindantes con Caminito. A su vez, se recompuso el suelo a través de la reposición del adoquinado, se fabricaron e instalaron bancos y de las estructuras para guardado de atriles de artistas.
La Ciudad realizó la obra bajo la supervisión del Museo Benito Quinquela Martín y la participación del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana y la Subsecretaría de Gestión Cultural de la Ciudad.
Los responsables de la obra explicaron que “el hallazgo de distintas imágenes de la época, entre las que se destacan algunas publicadas por la revista National Geographic en 1959, permitió intervenir y recuperar el patrimonio arquitectónico distribuido a lo largo de los 110 metros del pasaje con la paleta de colores histórica que definía el paisaje a mitad del siglo pasado”.
Por su parte, Julia Domeniconi, secretaria de Atención Ciudadana y Gestión Comunal, comentó que “devolverle a Caminito sus colores originales ha sido una tarea en la que participamos codo a codo varias áreas de gobierno en conjunto con los vecinos y feriantes”.
A su vez, Domeniconi, afirmó que “Caminito es mucho más que un paseo público, es un polo artístico y también de desarrollo económico para todos los comercios y feriantes de la boca que expresa la identidad de nuestro ser porteño, esa característica es la que maravilla a quienes lo visitan y por eso es reconocido en todo el mundo”.
Por su parte, Víctor Fernández, director del Museo Benito Quinquela Martín, sostuvo: “La aparición de fotografías de los años 58 y 59 nos permitieron estar seguros de cómo era esa primera apariencia que había tenido Caminito, lo cual no se conocía hasta hace algunos años, puesto que la documentación fotográfica reunida era parcial. Con esa base, se delineó un plano de colores con el mayor rigor posible”.
En cuanto a la recuperación de la distribución cromática original, Fernández, explicó que “el color en Quinquela responde a ciertas convicciones y, si bien él era bastante riguroso con la distribución cromática, a veces la cambiaba. Eso nos dificulta decidir qué tonos usar. Por eso fue muy importante encontrar las imágenes de 1958, que devuelven las primeras distribuciones. En las fotos de 1961, ya hay colores diferentes. Muchas veces se habían vuelto a pintar construcciones con colores sin un criterio, incluso en propia vida de Quinquela, llegando al punto de desvirtuar el sentido original”.
A su vez, el director del Museo Quinquela Martín comentó que si bien en 2017 hubo una puesta en valor para recuperar los colores originales “ahora hay más ajustes que la aproximan con más fidelidad a la versión original”: “Y esta vez se pintaron sectores que en esa ocasión no se llegaron a pintar, prácticamente todas las casas que dan a Caminito”.