La RCP es una maniobra de emergencia que se desarrolla aplicando presión rítmica sobre el pecho de una persona que haya padecido un paro cardiorrespiratorio, de manera, de hacer posible, que el oxígeno pueda seguir abasteciendo a sus órganos vitales.
La práctica inmediata-de parte de una persona entrenada, no es requisito que sea profesional-, de acuerdo con los especialistas en la materia, puede incrementar en un cuarenta por ciento las posibilidades de supervivencia del afectado.
El encuentro se llevó a cabo en la Plaza Vicente López y Planes, del barrio de la Recoleta, y contó con la organización de la Subsecretaría de Emergencias del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad.
En este contexto, uno de los capacitadores de Defensa Civil, Roberto Sotosca, expresó: “Se trata de capacitar y demostrar a los vecinos las maniobras de RCP y también las de “Heimlich”, en este caso ante eventuales problemáticas producto de una obstrucción respiratoria…Lo importante es que la gente entienda que la víctima tenga una oportunidad más y apelamos a la empatía de las personas, para que piensen qué ocurriría si les pasa a ellos”.
Durante la jornada, Bomberos de la Ciudad, también brindaron una clase sobre medidas preventivas y manejo de los matafuegos en caso de un principio de siniestro.
Por su parte, el Comandante Guillermo Bonfoco, al frente de la Oficina de Prevención de Bomberos de la CABA, agregó: “Brindamos consejos de seguridad contra incendios, por ejemplo, el uso del extintor portátil, teniendo en cuenta previamente los consejos básicos de saber para qué sirve cada extintor y cuál sería su mejor utilidad”.
Acerca del relleno de los Matafuegos, Bonfoco, precisó, “Están identificados por letras, por ejemplo, para fuego clase A: combustibles, B: superficies inflamables, C: fuegos eléctricos…Siempre es conveniente tener matafuegos de espuma, cuya acción se basa en la sofocación y no tirarle agua con un extintor, ya que de esa forma, aumentaríamos la propagación del fuego”.
RCP, una posibilidad, nada más y nada menos que… para seguir viviendo
Tuve la posibilidad de aprender cómo se hace en una demostración realizada por instructores de DC en Parque Centenario hace un par de años.
Recuerdo que participó un grupo numeroso de vecinos, mayormente mujeres de diferentes edades. Cabe precisar que es una actividad abierta a todos los que sientan la vocación de ayudar al prójimo.
Los pasos a seguir
De acuerdo con las indicaciones del representante de Defensa Civil, Roberto Sotosca: “En tanto se llama al 107 o al 911, se evalúa a la víctima…Primero con un estímulo verbal, preguntarle: ´señor/a, qué le pasa’, si no hay respuesta aplicarle un estímulo de dolor, y si no respira iniciar las maniobras de RCP”.
Para avanzar en el aprendizaje, los capacitadores de DC llevaron varios muñecos. Algunos con el tamaño de un adulto, otros de un niño y el restante de un bebé. Cada uno cuenta con una luz que confirma la calidad de la maniobra que se está haciendo. Si es de color verde está bien hecha, si es naranja, resulta irregular la compresión/relajamiento y si es roja, está mal.
Los indicadores de color constituyen una guía eficaz para todos aquellos que se decidieron a aprender.
Sin lugar a dudas, ¡excelentes iniciativas para multiplicar!
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Por Visión Porteña
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