noviembre 26, 2024
EDUCACION Salud

¿Qué es la ludopatía?

Por Marcela Carmona

La Ludopatía o Ludomanía (Del latín ludus, juego y del griego πάθεια, patheia, afección o padecimiento)es un impulso irreprimible de jugar a pesar de las consecuencias y del deseo de detenerse. En las áreas profesionales se considera un problema adictivo «sin sustancia» y  una enfermedad mental crónica y progresiva.

La diferencia entre jugadores normales y jugadores patológicos es que estos tienen menores niveles de norepinefrina. La norepinefrina se secreta en condiciones de estrés o amenaza, de modo que los jugadores patológicos juegan para elevar sus niveles.

La norepinefrina está fuertemente asociada con la puesta en “alerta máxima” de nuestro sistema nervioso. Es prevalente en el sistema nervioso simpático, e incrementa la tasa cardiaca y la presión sanguínea. Las glándulas adrenales la liberan en el torrente sanguíneo, junto con su pariente, la adrenalina (epinefrina). La adrenalina actúa principalmente sobre el músculo, el tejido adiposo y el hígado.

Todo se produce en cuestión de segundos, pero su punto más alto se produce al llegar al minuto de producción. Su efectividad se extiende entre uno y tres minutos y tiene la capacidad de aumentar el metabolismo normal del cuerpo hasta en un 100 por ciento. Otra de las sustancias neurotransmisoras que pueden estar alteradas o en cantidad deficiente es la serotonina, que es una sustancia relacionada con el bienestar.

Las deficiencias de serotonina también pueden contribuir a una conducta compulsiva, que incluye la adicción al juego. 

Características del jugador compulsivo

La sicología define las señales del jugador compulsivo: «El juego patológico se caracteriza por tener un trastorno del control de los impulsos. Hay un fracaso en contener o resistir el deseo de apostar. Hay una experiencia de gratificación al consumar el acto del juego, aunque después surge la culpa…”. 

El jugador es silencioso y lentamente va entrando en un espiral, donde gana y pierde hasta entrar en una situación económica complicada que hasta llega a robar a su propia familia para satisfacer su impulso.

Fue el Dr. Moran en 1975 quien denominó a esta adicción y enfermedad,  juego patológico y  el diccionario de Ciencias Médicas de Stedman (Ed. Panamericana)  define Adicción“como el consentimiento de dependencia habitual psicofisiológico de una sustancia o práctica que está más allá del control voluntario” . 

Si bien el juego patológico o ludopatía esta definida por la Organización Mundial de la Salud como adicción, dentro de las enfermedades mentales,  pocos pacientes se reconocen como enfermos y no es investigada por los profesionales de la salud. Existe un solo servicio en la ciudad para esta enfermedad, que funciona en  el Hospital Teodoro Álvarez, del barrio de Flores.

El sujeto adicto que depende de una sustancia o práctica, es un esclavo, el amo es la sustancia o la práctica adictiva que maneja toda la conducta del adicto.  La adicción presenta mayor peligrosidad cuando nos referimos a drogas ilegales, pero se siguen admitiendo las socialmente aceptadas como ser el alcohol, tabaco,  el juego patológico, Internet o comprar compulsivamente, que también son adicciones muchas veces graves.

 Conclusión:

 El juego en sí mismo no es productor de patología. Todo niño requiere la realización de un programa de juego adecuado a su edad. El juego puede convertirse en patológico cuando se concurre a los lugares de juegos de azar donde no existe  una función elaborativa sino que producen una compulsión a la repetición, generando un placer que engaña, atrapa y atrae.

Los premios, jugadas y sorteos, es un marketing adecuadamente estudiado, donde el jugador recibe estímulos suficientes para sentirse en el “mejor de los mundos”. Los estímulos son motivadores de conductas y al igual que frente a las drogas, donde el adicto dice “yo la controlo, la dejo cuando quiero”, también el jugador dice que “controla el juego, que sabe cuándo parar o cuando dejar de ir”. Como todo adicto, perdió su libertad y es esclavo del juego como el drogadependiente lo es de las drogas, el fumador de la nicotina y el alcohólico del alcohol.

Las adicciones no se curan, los pacientes se recuperan. La recuperación dependerá de las patologías previas del paciente y del apoyo del medio familiar, porque no existen políticas de Estado para tratar esta epidemia que destruye la vida del jugador y la de su entorno.

Provincias y ciudades que tenían legislación prohibitiva o restrictiva acerca de la actividad de juego por dinero, la han levantado en los últimos años. La falta de políticas de prevención, prohibición y  sanitarias, han llevado este problema a niveles indeseados para la salud pública.

 Fuentes: Estadísticas y estudios del Hospital Álvarez.  Susana Elena Calero, Especialista en Psiquiatra. Médica Legista. Médica Sanitarista. Datos de la  Organización Mundial de la Salud.

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