Por la cuarentena que rige en el país a partir de la llegada del covid19, tuvieron que cerrar sus puertas cinco restaurantes de Puerto Madero.
En estos días, por la crisis económica que produjo la pandemia del nuevo coronavirus, cinco restaurantes del barrio porteño de Puerto Madero cerraron sus puertas. Se trata de Sottovoce y La Parolaccia, dos locales de la cadena Burguer King y una cervecería.
Debido a la crisis económica que desató la pandemia, cinco locales gastronómicos se vieron obligados a bajar las persianas en Puerto Madero. Esto es a pesar de cerrar un local comercial signifique un desembolso de dinero importante, que se va en indemnizaciones a sus trabajadores despedidos (que deben ser dobles), pago a proveedores, cancelación de servicios, etc. Por todo esto, una gran cantidad de personas quedarían desocupadas.
Sottovoce, el restaurante ubicado en Avenid a Alicia Moreau de Justo 176, fue el primero en cerrar y mantuvo sólo su local de Recoleta (Libertador 1076). Luego le siguió la cervecería ubicada en la avenida Moreau de Justo al 1700, dos locales de Burguer King que se encontraban a poca distancia y más recientemente La Parolaccia.
Lo que tienen en común estos cinco locales gastronómicos, además de estar en el barrio de Puerto Madero, es que son grandes locales con mucho personal y desde hace meses no funcionaban, ni siquiera con la modalidad de delivery.
Según consignaron al portal Ambito.com, fuentes de la zona explicaron que “Los que cerraron hasta ahora, son aquellos que no pudieron conciliar con los propietarios de los locales y debían pagar altísimos alquileres”.
Muchos intentaron renegociar los alquileres o pagar un porcentaje para poder sobrevivir. También están aquellos dueños que directamente decidieron condonar el pago por un tiempo.
La cuarentena obligatoria y preventiva por el coronavirus, y la imposibilidad de abrir los comercios al público durante 100 días fue el punto final, sin embargo, la crisis de Puerto Madero comenzó hace un tiempo, cuando por más de dos años que duró la obra del Paseo del Bajo representó una baja importante en la cantidad de comensales que nunca más logró recuperarse. La falta de espacio para estacionar en la zona, debido a la nueva autopista, fue un punto en contra.
Si bien muchos restaurantes (y otros comercios) obtuvieron el acompañamiento del Gobierno Nacional a través de los créditos a tasa del 24% y el ATP para pagar los sueldos, claramente esto no les alcanzó para sobrevivir, y tuvieron que cerrar sus puertas.
