Según la Psicóloga Alicia Stolkiner, “el aumento de casos en el verano se dio en países con conductas muy similares a las nuestras como Italia o España”.
Por su parte, el sociólogo Daniel Feierstein, en diálogo con la agencia de noticias Télam, consideró que probablemente, volviendo a los cuidados que teníamos en noviembre “ya tendríamos un efecto muy importante en la curva de contagios”.
Dentro del contexto de la pandemia, y poniendo la mirada en algunos países de Europa, donde se conoce que en los últimos meses empezó lo que denominan “una segunda ola”, o un rebrote de casos de covid19, es llamativo que en la Ciudad de buenos Aires, y en varias otras ciudades del país, es imprescindible estar atentos.
En este sentido, Alicia Stolkiner, docente de la Cátedra II Salud Pública y Salud Mental de Facultad de Psicología (UBA) y de la Maestría en Salud Mental Comunitaria de la Universidad Nacional de Lanús, señaló que “El aumento de casos en el verano se dio en países con conductas muy similares a las nuestras como Italia o España“.
Según los expertos, algunas de las razones que identifican como origen de la “relajación” de los cuidados, es un pensamiento de “a mí no me va a pasar” o que “si me pasa será leve”. Otros factores podrían ser la repetición de conductas sin haber internalizado cuidados mínimos, la necesidad del encuentro físico. Todo esto, sumado al incremento de la movilidad, provocó un incremento de casos de coronavirus en las últimas semanas, en CABA y en algunas provincias, como La Pampa y Chaco, entre otras.
En tanto, se sabe que la media de casos diarios de coronavirus informados en la Ciudad de Buenos Aires respecto de los últimos 21 días aumentó 190%.
“Cuando se realiza una análisis de este tipo uno plantea algunas hipótesis y lo importante sería poder llegar a una explicación interdisciplinaria”, indicó a Télam Stolkiner.
La especialista remarca que “Hay diferentes formas de ‘relajamiento’. Muchos apuntan solo a los jóvenes, entre quienes efectivamente está habiendo una mayor circulación del virus y cuyo efecto sobre la población mayor se verá en 15, 20 días con aumento en terapias intensivas y mortalidad”.
“En este grupo lo que uno puede analizar es una conducta que tiene que ver con la sensación de que no se corre un riesgo personal, una necesidad del encuentro de los cuerpos, el erotismo, y una falta de conciencia sobre que pueden ser un vector de transmisión del virus hacia personas mayores”, precisó Alicia Stolkiner.
Asimismo, Feierstein, considera que una estrategia posible de reversión, sería “llegar llegar a la población que se venía cuidando y que pueda sostener esos cuidados. Solo con volver a la situación de noviembre en relación a los cuidados ya tendríamos un efecto muy importante en la curva de contagios. Eso tiene que ver con hablarle a la población más responsable”.
