Se presentó un proyecto en la Legislatura Porteña, que busca instalar medidores de dióxido de carbono en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa fue impulsada por el legislador del FdT, Santiago Roberto, en coautoría con las y los legisladores: Matías Barroetaveña, María Bielli, Claudio Ferreño, Claudio Morresi, María Rosa Muiños, Lorena Pokoik, Lucía Cámpora y Manuel Socías.
El legislador del Frente de Todos Santiago Roberto presentó un proyecto para sugerirle al Poder Ejecutivo porteño que adquiera equipos de medición de dióxido de carbono para ser utilizados en todas las escuelas públicas de la Ciudad. El objetivo es incorporar un instrumento simple y eficaz, capaz de proveer información crucial para garantizar la presencialidad segura en las aulas.
En tanto, el legislador Roberto señaló que “en momentos de incertidumbre y preocupación, producto de la pandemia que atraviesa el mundo, es necesario y urgente adquirir estos equipos que permiten conocer si el aire de un aula tiene una alta saturación y así detectar una carga viral. Es un elemento más para generar tranquilidad en la comunidad educativa”.
El Gobierno de la Ciudad adquirió purificadores de aire para instalar en las escuelas, por más de 80 millones de pesos. Sin embargo, la propuesta de Roberto no sólo sugiere equipos que económicamente no son onerosos, sino que posibilitan de manera simple y eficaz, identificar si un ambiente reúne las condiciones para ser ocupado por los grupos de escolares, además de ser un complemento indispensable de los purificadores.
Por otra parte, Santiago Roberto, que además integra la comisión de Educación en la Legislatura porteña ejemplificó: “Tener purificadores sin medidores de CO2 es como recetar un antifebril sin tomar la temperatura”.
“Mientras las y los docentes no reciban la vacuna, es nuestro deber proveer la mayor cantidad de herramientas de cuidado a toda la comunidad educativa y otorgar mejores condiciones de trabajo para las y los educadores, alumnos y alumnas”, expresó el legislador peronista, y agregó que “ahora depende de la voluntad política del gobierno de la Ciudad, tomar nuestra sugerencia y garantizar una presencialidad segura en todas las escuelas públicas porteñas”.