Desde la Comisión de Ambiente de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, impulsan un proyecto de Ley, para que las Instituciones Educativas porteñas, tanto de gestión estatal o privada, jardines, escuelas primarias y secundarias, desarrollen huertas agroecológicas, con el fin de promover en los jóvenes estudiantes, el derecho a la educación ambiental y a la soberanía alimentaria, mediante la agricultura en sus escuelas.
El proyecto plantea que una vez aprobada la Ley, en el término de cinco años, el 85% de todos los establecimientos educativos estatales de nivel primario y secundario, tendrán que disponer de una huerta escolar agroecológica.
Además, todos los excedentes de compostaje y semillas no utilizadas para la resiembra, serán distribuidas entre los miembros de la comunidad educativa. Asimismo, el proyecto incluye la implementación de talleres teóricos-prácticos sobre horticultura, para todo el personal docente y alumnos.
Las huertas constituyen una importante herramienta pedagógica, para consolidar la educación y la conciencia del medio ambiente en los niños y los adolescentes, pero a su vez promueven los valores de la solidaridad y la participación ciudadana.
Es primordial que los jóvenes aprendan desde chicos sobre la economía circular, sostenibilidad ambiental agroecológica y seguridad alimentaria. La economía circular, es un concepto económico que se relaciona con la sostenibilidad, y con el propósito de que el valor de los productos, materiales, y los recursos naturales y renovables, se mantengan dentro de la economía familiar por un tiempo prolongado, y que disminuya la producción de residuos.
Las huertas agroecológicas fomentan la elaboración de productos sanos y a la vez, permiten modificar los modos de vida de las personas en el contorno urbano. La instalación de una huerta en las escuelas, brindaría herramientas didáctico-pedagógicas muy importantes, y a la vez permitiría que el niño vuelva a la tierra, vuelva a conocer la naturaleza y que pueda cambiar su estilo de vida.
La huerta agroecológica es una forma de cultivo sustentable, en la que se aprovechan los recursos de la forma más natural posible, evitando dañar a la naturaleza, sin la utilización de productos agrotóxicos con sustancias químicas, para brindar alimentos sanos y saludables, manteniendo e incrementando la fertilidad de la tierra.
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