A días de comenzar con el invierno, el frío se anticipó de manera considerable. Ya hemos soportado temperaturas muy bajas en relación a las que se acostumbra en esta parte de la temporada. La presencia del frío, nos pone en alerta para cuidarnos de la inhalación de monóxido de carbono.
La necesidad de calefaccionar los ambientes, no puede estar por encima de la seguridad de las personas. Es lamentable, pero es común, que, en estos tiempos donde el frío llega a sus temperaturas más bajas, sucedan estos casos de intoxicación. Algunos con desenlace de mortalidad. Por esa razón, es bueno prestar atención a las recomendaciones que, en ese sentido, se realizan, para evitar serios problemas.
Es necesario, que en los principios de la temporada invernal o antes, como ocurre en este otoño, el frío provoque accidentes por mal uso de los calefactores. Es necesario verificar el buen estado de los artefactos de gas en los hogares y lugares de trabajo. En ambientes cerrados, solamente se pueden utilizar estufas de tiro balanceado con salida al exterior. Principalmente en los dormitorios. También resulta importante, ante cualquier falla que pudiera ocurrir, dejar en alguna ventana, una apertura de 10 cm para que se ventile el ambiente.
Recordemos lo que se difunde desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires: El monóxido de carbono es originado por la combustión de artefactos de gas, dentro de ambientes cerrados. El promedio anual de fallecimientos por este tema, es de 200 personas en el país. Es muy peligroso el monóxido de carbono. Se trata de un gas inodoro, incoloro, insípido y no irritante. Repetimos que se produce por la mala combustión de los artefactos de gas natural. Pero también por con otros combustibles como lleña, carbón, querosén, gas oil y nafta.
Es interesante prestar atención a las definiciones sobre el tema de Silvia Cortese, médica toxicóloga del Ministerio de Salud, que describe, con todo el conocimiento lo que representa el monóxido de carbono: “Es un gas que tiene una característica particular: no se huele, no se siente, y que se produce cuando hay un mal funcionamiento de los aparatos ya sea de gas o de automóviles con problemas en el caño de escape, o cuando se utilizan productos como el carbón dentro de un domicilio para calefaccionar”. Esas características hacen que sea muy difícil de detectar. Las personas que se exponen a su inhalación, no se dan cuenta.
Porque es silencioso, no produce olores ni ruidos. Se va respirando, contaminado y adormeciendo, limitando la voluntad de respuesta. Solamente, pueden aparecer síntomas a los cuales hay que estar muy atentos. Ellos son dolor de cabeza, náuseas, palpitaciones, vómitos y mareos. Cuando esto ocurre y es detectado, inmediatamente se deben abrir puertas y ventanas para ventilar. Apagar los artefactos y sacar a las personas que estaban respirando el monóxido. El siguiente e inmediato paso, es ser atendido en alguna guardia médica. Al final de la nota, indicaremos, las instituciones donde recurrir en un caso de estas características.
Los consejos de la doctora Silvia Cortese, son muy apropiados y responsables, continúa recomendando: “Revisar por lo menos una vez al año todos los artefactos de gas que tengamos; mantener aireado el ambiente, dejando por lo menos 10 centímetros abierta una ventana; no utilizar estufas que no sean de tiro balanceado en ambientes en los cuales vamos a dormir; no utilizar carbón para calefaccionar y si lo utilizamos dentro de la casa airearla y retirarlo cuando nos vamos a dormir y si vamos a encender un automóvil dentro de un garaje siempre es fundamental que el garaje también esté ventilado, porque nos podemos contaminar en esa situación”.
Todos ellos son de primerísimo rigor para cumplirlos y tenerlos en cuenta. es para la protección de la propia vida y la de los miembros de la familia. Todos estos cuidados, tienen que ver con el uso de la calefacción para soportar los días de frío. Pero fuera de esa temporada, también hay que procurar los mismos cuidados en otras condiciones climáticas: Cortese lo manifiesta, con estas palabras: “Cuando se usan grupos electrógenos y no se usan con las medidas de seguridad, como por ejemplo que se coloquen al aire libre y no dentro del domicilio, ahí también podemos tener una intoxicación. Pero durante la época invernal aumentan la cantidad de casos considerablemente”.
Servicios de Toxicología que atienden las 24 horas:
Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez: Tel. 4962-6666/2247 Hospital de Niños Pedro Elizalde: Tel. 4300-2115 Hospital Gral. de Agudos Juan A. Fernández: Tel. 4801-7767 y 4808-2655.
Por Francisco Grillo
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