Nuestro país, en oportunidades tiende a dejar de lado a quienes, a lo largo de su vida activa, y trayectoria, fueron protagonistas absolutos de todas las actividades que emprendieron con alto profesionalismo, entrega, repercusión y premios. Este es el caso de Pinky, Lidia Satragno, una comunicadora por excelencia, locutora, una intelectual con mirada propia, dueña de una cultura general sólida e impactante, y además, una defensora apasionada de la República y de las instituciones democráticas.
Duele saber que la querida e inigualable Pinky, a poco de cumplir 86 años, vive en el ostracismo, postrada, y sin recibir la segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19, ni la atención de la previsional correspondiente, en tanto, transita una situación de salud delicada desde hace algunos años. Una realidad que puede sostenerse de la mejor manera gracias al amor y a la dedicación de su hijo Gastón para que a “una de las divas de la Televisión argentina a nivel informativo/periodístico”, no le falte nada.
La pandemia, como a muchos adultos mayores, le afectó. Antes del 19 de marzo de 2020, caminaba un poco, ahora ya ni eso…Durante el año pasado, no pudo acceder a la a la revisación médica necesaria, ni a los análisis requeridos, debido a que no se podía concurrir a los hospitales, y el PAMI no hizo nada por ella”…Comenta Gastón, quien además señaló: “Gracias a Dios, hoy en día, ella se encuentra muy bien pese a todo…Se encuentra lúcida, de buen ánimo, pero por las afecciones que tiene se encuentra postrada y dudo que pueda recuperarse…Si mi mamá no me tuviera a mí, no sé que hubiera sido de ella…Y estamos hablando de Pinky…No puede ser que mi mamá termine así…no puede ser que la familia tenga que resolver esto…Mamá trabaja desde los quince años…Y su jubilación-un poco más de la mínima- ¡es una vergüenza!
Con respecto a la medicación que recibe la popular conductora y periodista, su hijo, comentó: “Lo que corresponde es que el Estado se haga cargo de nuestros ancianos, porque pagamos toda la vida para eso…Y que se dejen de versos, porque de todos los remedios que toma mamá, uno sólo es gratuito, el resto, salen una fortuna”.
Lo que no termina de entenderse es que ninguna institución, dirigentes, o colegas, le hayan brindado algún tipo de colaboración.
Felizmente existen excepciones, el periodista Nelson Castro acompaña a Pinky desde el principio de toda esta situación.
Es de esperar que más allá o más acá de cualquier grieta, que sólo sirve para violentar a la sociedad en su conjunto, Pinky, y otros tantos adultos mayores, reciban el respeto, la consideración y el cumplimiento efectivo de la cobertura social estatal correspondiente, cuanto más en medio de una pandemia sin fecha de vencimiento…
Cabe recordar que la última aparición en TV de Lidia Satragno, fue en 2019, en un ciclo de entrevistas, material inédito, anécdotas e invitados especiales llamado “Memorias Desordenadas”, junto a una sobrina, Karina Araujo, por la Televisión Pública.
Un programa que creó una importante expectativa. Cuando se comenzó a producir Pinky se encontraba en condiciones adecuadas de salud como para seguir adelante con el proyecto, las que se modificaron posteriormente.
Por Buen Ciudadano
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