Forma parte de un proyecto más ambicioso de carácter preventivo, que tiene el propósito de mejorar la experiencia de viaje de 1.350.000 usuarios. En esta primera etapa, fueron instalados cuarenta y un desfibriladores en las cabeceras de las seis líneas y estaciones de combinación. Se encuentran ubicados estratégicamente, señalizados desde los accesos y dentro de un gabinete antivandálico, protegido con alarma sonora.
Los desfibriladores externos automáticos (DEA), pueden salvar vidas. Su utilización forma parte activa de las tareas ante episodios críticos de origen cardio-respiratorio. Tanto personal de Metrovías como de SBASE fue capacitado para la utilización correcta del dispositivo, primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP).
Su manejo es simple. Los equipos están compuestos por dos electrodos que conducen corriente eléctrica que permite restablecer el ritmo cardíaco normal. También cuentan con un aviso sonoro de voz y una pantalla de texto como guía.
En este sentido, el jueves 14 de febrero, un pasajero se descompuso en el hall de combinación de la estación Federico Lacroze de la Línea B con el ferrocarril Urquiza. Personal de Metrovías junto con una enfermera que pasaba por el lugar lograron reanimarlo mediante el dispositivo y maniobras de RCP.
Desfibriladores, hasta el momento fueron instalados en las siguientes estaciones:
- San Pedrito, Primera Junta, Plaza Miserere, Lima, Perú y Plaza de Mayo de la Línea A.
- Juan Manuel de Rosas, Federico Lacroze, Dorrego, Pueyrredón, Carlos Pellegrini y Leandro N. Alem de la Línea B.
- Constitución, Avenida de Mayo y Diagonal Norte de la Línea C.
- Congreso de Tucumán, Ministro Carranza, Palermo, Pueyrredón, 9 de Julio y Catedral de la Línea D.
- Plaza de los Virreyes, Independencia, Jujuy, Bolívar y Av. La Plata de la Línea E.
- Facultad de Derecho, Las Heras, Santa Fe, Corrientes, Once, Humberto I, y Hospitales de la Línea H.
Solo resta sumar un equipo en la estación Retiro.
De acuerdo con la información proporcionada por la Sociedad Argentina de Cardiología, en nuestro país, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte prevenible. Provoca alrededor de cuarenta mil muertes anuales, de las cuales el 70% ocurre en lugares públicos.