Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que la COVID-19 dejó de ser una “emergencia sanitaria global”. El anuncio lo realizó, el pasado viernes 5 de mayo. Esto no significa que se terminaron de recomendar las prevenciones. “La fase de emergencia ha terminado, pero la COVID no”.
La decisión se ha tomado porque la OMS considera que la emergencia está suficientemente controlada, con el nivel de prevenciones alcanzado y por encima de todo lo demás, las cifras de vacunación. Estas resultaron el escudo de protección que, con la gran escala de inoculados, alcanzó con el tiempo, a controlar la continuidad de los contagios en todo el mundo.
En la conferencia brindada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, para anunciar el final de la emergencia. Lo manifestó con estas palabras: “Con gran esperanza, declaro que la covid-19 ya no es una emergencia sanitaria global. Sin embargo, esto no significa que la COVID deje de ser una amenaza global a la salud”. Se preocupó por dejar bien en claro que, pese al fin de la alerta internacional, la OMS continuará calificando a la enfermedad como una pandemia. Lo cual deja muy claro, que ya no debemos ocuparnos de mantener las recomendaciones.
Los contagios han bajado al nivel de los inicios. Pero sigue presente el virus y muta constantemente, con la aparición de nuevas variantes. Así lo comunica Tedros: “Lo peor que los países podrían hacer ahora es utilizar esta noticia como excusa para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que han construido o enviar a la población, el mensaje de que no hay que preocuparse ya”. Con este anuncio se acaba la alerta, pero hay que tener muy presente, que la amenaza sigue latente. El Director de la OMS, puso el énfasis en advertir que la OMS, no se relajará, continuará en estado de guardia.
El virus podrá cambiar mutando a otras variantes nuevas, que podrían ser más contagiosas y letales. Esto genera, que se forme por primera vez en la historia del organismo, un “Comité de Revisión”. El mismo tendrá como consigna, mantener el monitoreo permanente del comportamiento del COVID-19 y de sus variantes. Llegar a tomar esta determinación de declarar el final de la emergencia sanitaria COVID-19, no fue tomada de manera improvisada. Se viene planificando, desde hace más de un año, la forma adecuada de salir de una pandemia de la importancia de esta.
Los efectos de propagación de los contagios, los fallecimientos y la peligrosidad del virus, fue decayendo. Gracias a esto, lentamente fue mejorando la situación sanitaria a nivel global. Fue consecuencia de la inmunidad lograda por el crecimiento de las campañas de vacunación y de las defensas adquiridas por los cientos de millones de personas que contrajeron la enfermedad. Lo importante, a partir de ahora es determinar cómo se continúa con las campañas de vacunación. Se espera la comunicación de la OMS, para determinar de que manera se continuará con la inoculación.
Lo cual no quedó descartado con la declaración del final de la alerta. Todo lo contario. Se sigue insistiendo en que no se debe bajar la guardia. La vacuna es el elemento primordial para seguir protegidos. El Ministerio de Salud de la Nación, todavía no se expidió al respecto. Para definir la manera en que continuará las prevenciones, se determinarán en los próximos días, cuando se reúnan los integrantes del Consejo Federal de Salud (COFESA) y debatan sobre la declaración realizada por las autoridades de la OMS.
Por Francisco Grillo