3 de junio, 2022
“Qué ganas de dejar de ser hadas en una tierra de hielos”,
Cristina Rivera Garza. El 3 de junio de 2015 miles de personas en todo el país se movilizaron para rechazar las violencias relacionadas con las mujeres y disidencias por motivos vinculados al género. Así, “Ni una menos nació ante el hartazgo por la violencia machista, que tiene su punto más cruel en el femicidio”. La frase “Ni una menos, ni una muerta más” que dio origen a la consigna pertenece a Susana Chávez Castillo, poeta y activista mexicana asesinada en 2011 por denunciar los crímenes contra las mujeres en Ciudad Juárez, México. En 1995, la poeta creó la frase (originalmente “ni una muerta más”), que se convirtió en símbolo de la lucha contra homicidios de mujeres y disidencias.
La carta orgánica de este movimiento comienza expresando:
“Ni una menos es la manera de sentenciar que es inaceptable seguir contando mujeres asesinadas por el hecho de ser mujeres o cuerpos disidentes y para señalar cuál es el objeto de esa violencia”
Enfatiza, además, a necesidad de “una mirada feminista, singular y precisa sobre la existencia, sobre las condiciones materiales, sobre las violencias de todo tipo, capaz de construir alianzas interseccionales y subjetividades nuevas”
Pensamos que nuestro lugar como trabajadoras y trabajadores de salud mental en los diferentes ámbitos de desempeño consiste en visibilizar y trabajar por la erradicación de las distintas violencias (física, sexista, racista, económica, clasista, institucional) contra niñas, adolescentes, mujeres y disidencias, señaladas en el marco legislativo que regula nuestras prácticas, asumiendo un compromiso y una posición política en relación a la época y sus demandas.
Resulta necesario continuar reflexionando ya que, si bien el patriarcado se encuentra en crisis (como resultado de la lucha de, al menos, un siglo y medio, y de la resistencia de mujeres incansables), existen aún muchas deudas pendientes. En principio, resulta imposible pensar en la equidad de géneros en un mundo cada vez más desigual, en el interior de una estructura capitalista, completamente solidaria de la patriarcal. Por otra parte, es imprescindible continuar trabajando en relación a las nuevas masculinidades, teniendo en cuenta la complejidad de esta tarea ya que, la construcción de la subjetividad no depende solo de la socialización, sino también de una complicada trama de identificaciones inconscientes. En este sentido, parece imprescindible profundizar en la creación de nuevos dispositivos para que la llamada “deconstrucción” de la masculinidad sostenida en la matriz del patriarcado no quede solo en buenas intenciones. Las estadísticas nos siguen entristeciendo y nos interpelan: la violencia patriarcal se sigue cobrando una vida cada 30 hs y 1 de cada 5 de esas mujeres es asesinada por un agente de las fuerzas represivas del estado. No habrá Ni una menos si no comprendemos a la violencia machista como una problemática de derechos humanos, cuya eliminación está relacionada con los derechos sociales y la inclusión social.
Subcomisión de Género y Diversidad, Colegio Ps. de Morón
Valores humanos – Ni una menos Parte 1 (Televisión Pública)
https://www.youtube.com/watch?v=Fja3bkkao5E&ab_channel=Televisi%C3%B3nP%C3%BAblica
Valores humanos – Ni una menos Parte II+ (Televisión Pública)
https://www.youtube.com/watch?v=5yqSm7csGE0&t=180s&ab_channel=Televisi%C3%B3nP%C3%BAblica