4 de mayo, 2023
Facu Soto, psicólogo con perspectiva de género, periodista y escritor, colaboró en números medios, argentinos y mundiales. Sus notas fueron publicadas en revistas de arte de Estaña “Gay +art”, “Gente rara” en Venezuela, “Sentido G”, “El interpretador”, entre otros. Su participación en el Suplemento Soy de Página 12 fue de 12 años hasta el día de hoy que dice basta y atribuye los motivos a la falta constante de comunicación, diálogo, respuestas que promovió el suplemento durante toda su estadía como colaborador permanente, considerando violenta esta conducta y diciendo basta. En esta nota nos cuenta con detalle su experiencia de resistencia.
¿Por qué elijo este medio para comunicar tu renuncia como colaborador permanente del Suplemento Soy de Página 12?
Porque intenté hablar con Dolores Curia, quien está a cargo como responsable de la edición del suplemento, desde hace un mes, pero nunca respondió mis pedidos de coordinación “de un minutito para poder hablar por teléfono”, tampoco respondió los mails, ni los audios. Esto no es nuevo, es una característica de este suplemento, donde te enterabas que salía una nota si comprabas el diario. Después pasaban otras cosas también, como proponer una nota y no tener respuesta, y esa idea se la pasaban a otrx colaboradxr. Era frecuente que tuvieras que hacer una reseña de una obra de teatro y después de varias envíos de la nota te pedían que la renviaras. Lo hacías y la nota no salía. La querían publicar una vez que la obra ya estaba dada de baja, es decir, fuera de cartel. Estas cosas eran moneda corriente. Además, si la nota no salía publicada no la publicaban y vos habías invertido tiempo en ver la obra, una o dos veces, entrevistar al director y a algún personaje principal. Esto no era una excepción, sino algo frecuente, un modo de trabajo, donde –obviamente- el colaboradorx queda en una situación de sumisión e impotencia que es paralizante. Nunca hubo nada motivador. Para cobrar una nota tenías que enviar cientos de mails, nunca te los contestaban o te pedían todo lo que ya habías enviado y cobrabas por arte de magia. Tampoco se fomentó el trabajo en equipo, por el contrario, la falta de formación en recursos humanos y técnicas de motivación hacía que lxs colaboradorxs se pelearan por una nota en vez de generar el deseo de compartirla, escribirla a cuatro manos o muchas variantes que se le podía dar al asunto. Todo era caótico y desastroso.
¿Por qué te vas del Suplemento?
Porque estoy cansado del maltrato. Esto de no contestar los mails, ni los mensajes bajo una situación laboral (colaboré en el suplemento durante más de 12 años como colaborador frecuente, fui uno de los más publicados) esto de no contestar algo laboral es considerado agresivo y violento. En cualquier ámbito laboral si preguntas algo más de dos veces y no obtenés respuesta, es considerado un acto de violencia. Hay una jerarquía, una estructura de poder de la que se aprovechan creyendo que son reyes que están con sirvientes, a pesar de que su discurso sea el contrario. Estoy cansado de soportar esa violencia y digo: “Basta”. No me quedo donde me tratan mal. El no trato es violento y agresivo.
¿Esto te pasaba a vos solo?
Como yo están todxs mis compañerxs, pero yo no hablo por ellxs; hablo por mi diferencia, como decía La Pedro (Lemebel). Parece llamativo pero está naturalizado que en un medio de comunicación no exista comunicación, reine la desinformación y la no comunicación, y que en un suplemento “supuestamente” basado en los Derechos Humanos no les importe la gente. Porque lxs colaboradorxs somos personas, gente, seres humanxs, y violaron y violan todos nuestros derechos de ser tratadxs dignamente. Por eso repudio el suplemento y el maltrato. Esto le pasa –hasta donde yo sé- a todxs mis compañerxs, pero el miedo y en un principio la falta de lugares para publicar, –y muchxs periodistas lgbt- con poco espacio para dar a conocer nuestro trabajo, hizo que nos tuvimos que bancar mucho maltrato. Ahora la cosa es diferente. Tenemos las redes como algo muy potente. Creo que hay que volver al “Do yourself” (Hazlo por vos mismo), a la autogestión o buscar lugares donde te traten bien, donde no exista esa diferencia jerárquica y abuso de poder. O que, por lo menos, tenga gente capacitada para tratar con personas. Y no hay que tener miedo, por eso acá estoy, diciendo lo que siento, lo que me pasa: “Basta. Renuncio. Me voy del lugar donde me tratan mal. No a la violencia. Por eso doy vuelta la página y no quiero colaborar ni saber más nada de ese medio. Ya no lo necesitamos.