En el barrio porteño de Mataderos, funciona el Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) N° 82, donde les da la oportunidad las personas adultas de realizar o finalizar el colegio secundario en tres años,
Esta escuela está ubicada en la calle Bragado al 5300, en el barrio porteño de Mataderos, donde los adultos pueden finalizar sus estudios del nivel secundario, en menos tiempo que el habitual, cuando cursan los adolescentes.
Un grupo de personas adultas que logró finalizar sus estudios en ese centro educativo, en diálogo con la agencia de noticias estatal Télam, dijeron que esta posibilidad les “permite buscar trabajos mejor remunerados, incentiva a seguir estudiando, mejorar la comprensión de texto para interpretar la realidad y afianzar la confianza personal”.
Marisabel Grau es docente hace 15 años del Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) N° 82, y a Télam les comentó los “Que ellos no hayan terminado la secundaria en los tiempos estipulados por el sistema educativo no significa que no tengan el derecho a hacerlo”.
“Hay muchos miedos, frustraciones, carga – dijo Grau, y agregó que “A veces no terminaron la secundaria porque les decían que ‘no podían’ o por las distintas cuestiones que les pasaron en la vida. En este espacio público pueden volver a intentar, es una oportunidad de aprender y es fundamental”.
Una de las alumnas que allí egresaron en 2022 es Mónica Masuco, de 59 años, “Volver a estudiar me costó mucho. Empecé los primeros días re entusiasmada en 2019, pero en marzo de 2020 con la pandemia me la pasé llorando los primeros meses porque no podía leer de la computadora, tenía una máquina vieja”.
Y agregó: “Me decía a mi misma ‘ya está, hasta acá llegué, abandono’ y acá estoy ¡pude!’”, resaltó entusiasmada la hoy también acompañante terapéutica, al resaltar que frente a la adversidad recibió “mucho apoyo del director -de la institución- y de las profesoras”.
“Antes el que no estudiaba podía trabajar de cualquier cosa. Ahora para cualquier actividad necesitas la secundaria“, remarcó Mónica, que contó que comenzó a trabajar en peluquería a los 15 años y dejó de cursar el nivel medio.
A su vez, Masuco recordó que sus hijas “se pusieron muy contentas de verme terminar la secundaria, me insistieron para que la terminara. Y, también era una deuda que yo tenía con mi mamá”.
Télam también conversó con Luana Solís, de 37 años, que consideró que “Si no hubiera educación pública hubiera sido imposible para mí terminar el secundario”.
Luana vive en el barrio porteño de Mataderos con su pareja y sus dos hijas, Alma de 11 años y Juana de 7, y contó orgullosa que egresó este año de esta escuela que da esa posibilidad a los adultos.
“Averigüé en otros lados y pedían mucho y yo no en ese momento no podía. Y en el CENS, no tengo palabras de agradecimiento, porque cada cosa que necesitaba siempre estaban”, manifestó Luana Solís.
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