Durante el receso de verano, el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lleva adelante más de 300 obras de infraestructura en escuelas, con el objetivo de garantizar espacios seguros, funcionales y listos para el ciclo lectivo 2025. Las intervenciones abarcan desde mejoras estructurales hasta la transformación de jornadas escolares.
El Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires emprendió un ambicioso plan de obras durante el receso escolar de verano. Más de 300 intervenciones están en marcha con el objetivo de preparar los establecimientos educativos para el inicio del ciclo lectivo 2025. Este esfuerzo abarca todos los niveles educativos, desde inicial hasta secundario, e incluye tareas que buscan garantizar espacios seguros, funcionales y modernos para estudiantes, docentes y la comunidad educativa en general.
Las obras incluyen una amplia variedad de tareas, como impermeabilización, mejoras en sistemas de refrigeración y electricidad, pintura, albañilería, herrería y remodelaciones integrales en distintos edificios escolares. Asimismo, se están llevando a cabo intervenciones específicas destinadas a ampliar la capacidad de las instituciones y optimizar su funcionamiento. Entre estas mejoras, destaca la transformación de escuelas de jornada simple a jornada completa en niveles inicial y primario, lo que implica un impacto significativo en la calidad educativa y en la organización de las familias.
En este sentido, desde el Ministerio remarcaron la importancia de realizar estas tareas durante el receso escolar, aprovechando el período de descanso de los estudiantes. “Con esta planificación, y aprovechando el momento de descanso de los estudiantes, buscamos garantizar un inicio de ciclo lectivo con los edificios escolares en las mejores condiciones edilicias”, indicaron.
Además de las tareas de mantenimiento habituales, el plan incluye proyectos de remodelación integral en varios edificios. Estas obras buscan resolver problemas estructurales históricos, al mismo tiempo que se adaptan los espacios a las nuevas necesidades pedagógicas. De tal modo, se está trabajando para que las escuelas no solo sean funcionales, sino también inspiradoras, promoviendo entornos que favorezcan el aprendizaje.
Por su parte, las intervenciones que permitirán pasar de jornadas simples a jornadas completas representan un avance en términos de igualdad de oportunidades. Con esta medida, se busca que más estudiantes puedan acceder a una educación de mayor calidad, extendiendo el tiempo de permanencia en las escuelas y ofreciendo actividades pedagógicas complementarias.
Desde el Ministerio de Educación del territorio porteño destacaron que estas obras forman parte de un compromiso integral con el sistema educativo de la Ciudad. “Seguimos trabajando para que cada escuela sea un espacio que inspire aprendizaje”, señalaron. A su vez, insistieron en que la planificación y ejecución de estas intervenciones responden a las demandas de una comunidad educativa que busca espacios adecuados para el desarrollo pleno de los estudiantes.
En la misma línea, las autoridades remarcaron que estas mejoras no solo apuntan a resolver necesidades inmediatas, sino también a proyectar un sistema educativo que responda a los desafíos del futuro. Además, resaltaron que las obras buscan adaptarse a las nuevas normativas de sustentabilidad, promoviendo espacios más eficientes en términos energéticos y respetuosos con el medio ambiente.
El plan de obras que lleva adelante la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante el receso escolar refleja un esfuerzo por garantizar un sistema educativo inclusivo, seguro y adaptado a las necesidades actuales. Con más de 300 intervenciones en marcha, las escuelas porteñas se preparan para recibir a estudiantes y docentes en espacios renovados y listos para el aprendizaje. Este ambicioso proyecto reafirma el compromiso de las autoridades con el desarrollo de una educación pública de calidad, apostando al bienestar de las generaciones futuras y al fortalecimiento de la comunidad educativa.