La Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica a través de un relevamiento dado a conocer en las últimas horas, señala que alrededor de doscientos cincuenta mil menores de cinco años padecen estas problemáticas en la República Argentina.
Se trata de trastornos cada vez más frecuentes, que afectan entre el seis y el ocho por ciento de la población a nivel global.
Entre los alimentos que provocan este tipo de reacciones, se encuentran en primer lugar el huevo, y la leche de vaca, en menor medida, se ubican: la soja, el trigo, los frutos secos, los pescados, mariscos y el maní.
La AAAeIC puntualizó que en numerosas oportunidades, hasta que se obtiene el diagnóstico y se inicia el tratamiento correspondiente, constituye una realidad que impacta fuertemente en la calidad de vida de los pacientes y de sus grupos familiares generando situaciones que interpelan a la Salud Pública… ¿Por qué motivo? Porque el sistema inmunológico puede manifestarse a través de las reacciones provocadas en el organismo de manera leve a severa, que puede llegar a requerir de la hospitalización.
Sobre el origen de esta afección, La Doctora Karina López, médica especializada, y Directora del Comité de Alergias Alimentarias y Anafilaxia de la Asociación Argentina de Alergias e Inmunología, expresó: “Fundamentalmente se originan por una genética de base y la mayoría de las veces, se revierten solas con el tiempo, encontrando su período de mayor prevalencia desde el nacimiento hasta los tres años”.
Otros motivos que podrían contribuir o predisponer al desenvolvimiento de alergias alimentarias, son los siguientes: mayor cantidad de nacimientos por cesárea, el uso anticipado de antibióticos en los niños/as, y la falta de lactancia materna.
Por su parte, la Dra. María Eugenia Alul, integrante de la Comisión Directiva de la Fundación para el Estudio del Asma y otras Alergias, compartió su mirada acerca de esta temática en los siguientes términos: “Ser alérgico a alimentos es una condición que tiene que ver sobre todo con las medidas higiénico dietéticas ambientales adoptadas desde la concepción, en relación con el consumo, la preparación de los alimentos, el uso de aditivos y la automedicación, todos factores que van cambiando la “microbioma” que permite la tolerancia de los alimentos por sí mismos”.
La alergia alimentaria más recurrente es a la proteína de la leche de vaca, APLV, la que en sus tres subtipos, el eje de su tratamiento estará sustentado en la eliminación de este alimento y derivados de la dieta.
Asimismo resulta de vital importancia poder diferenciar entre la alergia a la proteína, de la intolerancia a la lactosa.
Para evitar episodios alérgicos en los establecimientos escolares, se sugiere con la orientación médica respectiva seguir la dieta.
Una tarea que emprendida desde el abordaje multidisciplinario, con la participación de familiares, profesionales de la salud, docentes, y la comunidad, trabajando juntos, sin duda que… ¡llegará a buen puerto!
FUENTE EXTRAIDA DE GRAFICA AMEP