La situación sanitaria en la emergencia por la propagación de la COVID-19, comienza a preocupar. La curva ascendente se va pronunciando semana a semana. Va aumentando su velocidad de transmisión. Por suerte, crecen los casos, pero los efectos son moderados por el impacto protector de las vacunas.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, ayer lunes 16 de mayo, desde Villa La Angostura, en la reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA) con los ministros del área, de todos los distritos del país, lo expresó con estas palabras: “Hoy estamos empezando en Argentina una cuarta ola de covid-19, que nos encuentra en una situación totalmente distinta. Gracias a cada medida que se tomó y al esfuerzo de la sociedad, de los equipos de salud y de los gobiernos, a niveles nacional, provincial y municipal, tenemos un panorama en relación a la vacunación que nos permite seguir adelante en una nueva etapa de esta pandemia”.
Según los datos recogidos por la información brindada desde el Ministerio de Salud de la Nación, desde la semana que termina el 17 de abril, la cifra de contagios, arrojaba 8.387 casos, durante la semana anterior a esa fecha. Los datos del 1 de mayo, daban 11.443 casos. Los del 8 de mayo, 17.646. En la última semana, del 8 al 215 de mayo subió a 33.989 contagios. El doble de la última vez, que había duplicado la anterior. Ya están dadas las condiciones para calificarlo como un aumento exponencial. La incidencia de los casos a nivel país, marca un incremento del 92% en la última semana.
En la Ciudad, esa cifra corresponde a más del 100%. La razón es sencilla, en la Ciudad se testea mucho más que en el interior. Aunque no, lo suficiente. La falta de testeo no detecta la totalidad de los contagios. Por eso las cifras no son precisas. Deben existir muchas personas que transitan la enfermedad sin saberlo. Circulando y propagando el virus. Esa es una debilidad del sistema. Se refleja en el nuevo rebrote, que no para de aumentar. La fortaleza, la constituye el alto nivel de vacunación. Está comprobado que protege.
En parte para evitar los contagios, pero en la mayoría, para que sean leves y con poca posibilidad de internación o fallecimiento. En la última semana se registraron 47 muertes sobre un total de 33.989 y solamente existe un total de 300 internaciones en terapia intensiva. En la última semana, se registraron 5 internaciones de ese total. Las cifras ofrecen datos de la realidad que demuestran que, si bien es muy contagiosa esta ola, los efectos son controlables, en la gran mayoría de los casos. Vizzoti, describe la situación, de esta manera: “No solamente la cantidad de internados y muertos no debe ser directamente proporcional al número de casos, sino que nuestro sistema de salud no está en riesgo de no dar respuesta”.
Se deduce que el grado de vacunación es la respuesta a la levedad de las infecciones y sus efectos. Pero en ese punto hay que remarcar que, pensando en los fríos del invierno que están llegando, es necesario continuar con el ritmo de vacunación. La mayoría de los expertos, cuando se refiere a la duración de la eficacia de la inmunización que otorgan las vacunas, llegan a la conclusión, que va decayendo con el paso del tiempo. se calculan unos 4 meses como máximo, entre las dosis.
Por esa razón es necesario completar los esquemas primarios, con las dos dosis adicionales del tercer y cuarto refuerzo. El comportamiento de la vacunación justifica la preocupación. Ya hay que pensar en los próximos 4 meses, para los que tienen aplicada la cuarta dosis. No se puede aflojar el avance de la vacunación. Por supuesto, completar las adicionales ya que las cifras marcan que se aplicaron las primeras dosis a 40.752.021 personas, el 88% de los argentinos.
Las segundas a 37.378.700, el 80% lo completó el esquema. Sobre los refuerzos, los datos dicen que se aplicaron 19.431.877 vacunas, que representa el 42% de la población argentina. Casi la mitad del esquema completo. Lo que significa que allí hay un atraso de la aplicación. Eso puede producir efectos negativos en un futuro cercano. Además, debemos mantener los cuidados recomendados: el uso tapabocas en lugares cerrados, mantener la ventilación, el lavado de manos y uso de alcohol en gel, además de completar el esquema de vacunación y adicionales.
Por Francisco Grillo
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