Ya no caben dudas que la tercera ola se instaló en nuestro país. Que se transmite muy rápidamente y la propagación de las variantes Delta y Ómicron son de circulación comunitaria y ambas comparte el predominio de los contagios.
Las cifras de los últimos días son preocupantes y vienen con los siguientes datos, en los últimos días: sábado 8 de enero, 73.319 casos; viernes 7 de enero, 101689; jueves 6 de enero, 1117.386; miércoles 5 de enero, 117.346; martes 4 de enero, 117.294. Lo que puede generar algo de esperanza es que, hasta ahora los contagios se multiplicaron de manera exponencial.
Como nunca antes había sucedido en las anteriores olas, pero la ocupación de camas comunes de internación o de terapia, es muy baja. Comparada con los valores que se manejaron anteriormente. Lo mismo pasa con la letalidad. La respuesta es la vacunación de la población, con un porcentaje alto en esquemas completos de dos dosis. También, lentamente se aplican los refuerzos.
En ese sentido, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, cuando se la consultó sobre como está previsto, que se desarrolle el comportamiento de las curvas de contagio, en plena circulación de la variante Ómicron. Respondió, mencionando la experiencia de Córdoba, de esta manera: “Lo que se observa en Sudáfrica es que los casos bajaron en 6 semanas y en Córdoba estamos viendo que está disminuyendo la velocidad de aumento. Si esto empieza a pasar en cada provincia, va a ser una señal interesante”.
A las versiones circulantes por los comentarios realizados por expertos de todo el mundo, con la teoría que la variante Ómicron podría ser parte de la transformación de la pandemia en una endemia, así se manifestó: “Esperamos que se cumpla y pase a ser una endemia, pero nunca he hecho predicciones”. Desde ya que lo importante es no bajar la guardia, tanto para la población como para las autoridades sanitarias. Desde las personas es necesario continuar siguiendo al pie de la letra las recomendaciones sobre las prevenciones, imperiosamente necesarias para evitar los contagios.
Todos las conocemos de memoria. El distanciamiento social en lugares cerrados y al aire libre. El uso de barbijos donde hay varias personas. En ambientes cerrados o en abiertos. En los lugares cerrados, procurar que sean ventilados de manera natural o con aire acondicionado con renovación del aire circulante. No a los que enfrían el aire recirculado del propio ambiente. Es fundamental esta situación. Para las autoridades, tampoco relajarse. Continuar con los planes de vacunación, que después de las vacilaciones iniciales, que fueron muy perjudiciales, se acercaron a un nivel óptimo.
No es poca cosa que, en todo el territorio, exista un promedio de 7,5 personas con dos dosis sobre 10. Ahora el objetivo es terminar el esquema a los 5 millones aproximados, que cuenta con una sola dosis. No dejar de insistir con 7,5 millones que no tienen ninguna dosis colocada. Y al resto, es necesario aplicar los refuerzos de la tercera, Fernán Quirós, el ministro de Salud de la Ciudad, realizó un comentario interesante sobre las variantes: “Diciembre ha sido un mes de mucha interacción social, enero es un mes de menos interacción social, hay un factor a favor de que la curva haga cierto quiebre en enero. La variante que está circulando, ahora en enero en la Ciudad y los grandes conglomerados es una variante Ómicron. Tiene una curva o un comportamiento dado de que su ciclo de duplicación es más corto, las curvas suelen ser menos anchas. En esta pandemia aprendimos que las proyecciones de los comportamientos de las curvas tienen cierto grado de inexactitud porque se relacionan con el tipo de variante que circula y el comportamiento social”.
Por Francisco Grillo
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