En un recorrido por las amplias instalaciones de la Usina del Arte, Natacha Poberaj, una figura que irradia familiaridad con el lugar, explora los pasillos y las estancias de este espacio inusualmente vacío. Con destreza de guía turístico, Poberaj ilustra con detalle qué ofrece cada rincón, marcando el pulso del futuro festival. Hace énfasis en un auditorio con una acústica excepcional que lleva el nombre en clave de “La Cajita de Bombones”, designación interna de uno de los espacios más íntimos del edificio. “La Usina del Arte ostenta un rol fundamental como locación destacada para el Festival Mundial de Tango”, subraya, enfatizando su versatilidad. Con la esperanza de resplandecer en el marco del Festival, Poberaj alude a la transformación de este espacio en un centro de vacunación durante la pandemia, anticipando su renacimiento en el ámbito cultural.
Mientras el esplendoroso evento tanguero de la Ciudad da inicio, la Orquesta de Tango de Buenos Aires, protagonista incuestionable, calienta motores. Sus músicos ofrecen presentaciones gratuitas en diversos escenarios, como el Auditorio de Parque Centenario, el CC25 en Villa Urquiza, el CCK e incluso el Teatro Colón. “Nuestra dinámica incluye un concierto semanal, a veces dos, dependiendo de la programación. También organizamos shows didácticos en escuelas, donde los niños aprenden sobre el tango y cómo dirigir”, explica el director rosarino con una pasión palpable en sus palabras. Agrega que incluso los estudiantes ocasionalmente suben al escenario, guiados por los músicos, en un juego emocionalmente enriquecedor.
La programación diaria de La 2×4 es una experiencia inmersiva, que abarca desde la historia del tango hasta las nuevas propuestas. “Nuestros segmentos están estratégicamente diseñados para los horarios de mayor audiencia, que hemos bautizado con humor como ‘cañones’”, expone Nito Dalesio, resaltando la importancia de las mañanas en la programación. Espacios emblemáticos, como los conducidos por Ignacio Riverol y Tarantino, marcan el inicio del día. Marcelo Guaita y Anselmo Marini, clásicos de la emisora, completan la franja que se extiende desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la noche. Al amparo de la radio, la fusión entre el tango y otras disciplinas como el cine y el teatro aporta una dimensión única, al igual que los programas dedicados a figuras trascendentales como Astor Piazzolla y Carlos Gardel.
El Centro de Estudios de Tango de Buenos Aires (CETBA), conocida como la “Universidad del Tango”, agrega un pilar educativo a la vivaz escena tanguera. Desde 1990, este espacio ha congregado a una amplia gama de estudiantes, cuyas edades fluctúan entre los 18 y los 80 años, todos reunidos por su pasión compartida: el tango. Eric Dinzel, director de la Carrera de Danza del CETBA, resalta la naturaleza inclusiva y gratuita del espacio, cuyo único requisito es tener 18 años o más. Este lugar no solo es un centro de aprendizaje, sino también un punto de encuentro entre diferentes generaciones. Dinzel describe con cariño cómo los alumnos del Ballet de Formación a menudo visitan escuelas primarias para brindar su arte, generando reacciones curiosas y gratificantes entre los jóvenes.
El Tango a través de los ojos de los apasionados
El tango, en su profunda esencia, es interpretado y vivido de diferentes maneras por quienes lo abrazan. Voces destacadas en la escena tanguera ofrecen sus perspectivas sobre este género musical y artístico que tanto representa a Buenos Aires y su cultura.
Natacha Poberaj: “El tango trasciende el amor; es la oportunidad de unirnos y manifestarnos a través de diversas formas artísticas. Desde la música hasta la danza, la poesía y la escultura, el tango es un vínculo que nos conecta como argentinos”.
Néstor Marconi: “Para mí, el tango lo es todo. Es mi forma de expresión, mi lenguaje con la música y con la gente. Transmitir lo que siento musicalmente es lo máximo”.
Gabriel Soria: “El tango es un estilo de vida que encuentra su camino en las emociones de cada individuo. Para la ciudad, es su firma, su DNI cultural, que viaja por el mundo desde hace más de un siglo”.
Nito Dalesio: “El tango es un reflejo vivo de la vida misma. Se cuenta que puede contar una historia en tres minutos. Si nos parece triste, tal vez es porque la vida también puede serlo. El tango es un recordatorio de la realidad”.
Eric Dinzel: “El tango une lo que todos llevamos dentro. Define nuestra identidad, lo que somos y lo que compartimos con otros. En pocas palabras, el tango es identidad”.
El tango, una danza y un canto, una expresión que reverbera en las calles de Buenos Aires y en el corazón de su gente.