En la sede de la Comisión Europea, en Bruselas, Bélgica, se reunió el Consejo Europeo. Para decidir el plan de recuperación de la economía de sus países, después del daño provocado por la pandemia. Después de cuatro días de largos debates, han aprobado el plan. Destinarán 750 mil millones de euros para tal fin.
El acuerdo llegó el día 21 de julio, con la decisión de este primer paso del plan de recuperación de la economía, los líderes de los grupos políticos que integran el Parlamento Europeo volverán a reunirse, el próximo jueves para analizar el proyecto, en la sesión plenaria extraordinaria de la Eurocámara para ultimar los detalles de tal importante objetivo. Saben que el COVID-19 ha golpeado muy fuerte la economía de los países europeos. Se estima que no hubo una caída tan grande desde la Segunda Guerra Mundial. Este plan es una especie de re edición del famoso Plan Marshall que impulsó la recuperación europea después de la destrucción que dejó la triste contienda bélica de aquellos años.
Pero a grandes males, grandes soluciones. Tienen la capacidad y estructuras como para poder elaborar un proyecto de esta magnitud. Planificarlo y lograr una financiación sustentable a través del tiempo. Desde estas latitudes, observamos estos acontecimientos y la comparación nos abruma. Nos marca lo lejos que nos encontramos en tantas cosas. Hasta lo mínimo de poder crear instituciones que funcionen para el desarrollo y en emergencias, poder acudir en ayuda de los sectores que fueron afectados. Es un tema de tener capacidad de asociarse, organizarse, prever. Guardar cuando entra mucho para cubrirse cuando aparece algún contratiempo. Los fondos anti cíclicos. Nada de eso, vivimos en las decisiones del día a día. No planificamos para el futuro. No estamos refiriéndonos solamente a nosotros.
Es un tema común en Latinoamérica. Por supuesto hay que considerar que, el europeo, se trata de un bloque muy poderoso . Quizás, de manera integrada, sea el más fuerte del planeta. Más allá del alejamiento de Inglaterra, sigue siendo muy sólido. Es un espejo para mirarnos, con las lógicas diferencias por la distinta envergadura de las economías, pero sí es bueno considerar la manera que se han organizado. La moneda común, es un tema que podría ser aplicado para evitar la desvalorización, pero es casi imposible de implementar por acá, con las grandes diferencias que existen entre nuestros países.
Volviendo al plan de recuperación económica europeo. Macron dijo: «Es un cambio histórico. Es la primera vez que Europa moviliza de manera conjunta tales capacidades presupuestarias y tales capacidades de deuda para nuevos proyectos». La Unión Europea, por primera vez, emitirá deuda en forma conjunta para conseguir la financiación necesaria, a través de los mercados, para socorrer a los países más castigados, por ejemplo, Francia, España e Italia. Igualmente, este es el primer paso, el tema deberá recorrer varios caminos por distintas instancias. Desde lo judicial, legislativo, político, financiero y varios etcéteras más. Pero siempre se empieza por algo y este es un muy buen comienzo.
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, manifestó: «Fue doloroso, era necesario hacer concesiones por todas partes. El diablo está en los detalles. Pienso en particular en el reembolso del préstamo colosal. Algunos hablan de crear recursos propios para la UE, pero todos los países no estarán de acuerdo con eso». Es, por supuesto, una resolución muy compleja la que han elegido, pero si continúan en la senda de buscar soluciones, cuentan con el respaldo de sus instituciones y el poderío económico de las naciones, el empresariado y el sistema financiero de la zona. En ese sentido se manifiesta Arnaud Danjean, eurodiputado francés: «Otro problema girará en torno al equilibrio entre, por un lado, una entrada masiva de dinero europeo para contrarrestar la crisis, y por otro, el presupuesto europeo habitual. Éste puede terminar siendo la víctima del plan de reconstrucción, porque puede perjudicar fuertemente políticas importantes como la política agrícola común o la política de juventud. No hemos puesto sobre la mesa todas las opciones porque estamos muy aliviados, pero tendremos que estar atentos en el futuro».
Ya están pensando en la manera de contener el impacto sobre las fuentes productivas tradicionales. Otras voces, como la de Miguel Ángel Benedicto, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Europea de Madrid, opina: «Los países más afectados por el coronavirus deben ahora preparar los planes nacionales de reconstrucción y reformas. Estos deben ser aceptados por la Comisión Europea para empezar a recibir estas ayudas lo antes posible. El acuerdo conseguido debe también ser ratificado por el Parlamento europeo».
Alemania, cuya eurodiputada Ursula Von der Leyen es la presidencia de turno de la UE, fijó su posición al respecto, con las palabras de la canciller, Angela Merkel: “Tenemos unas discusiones muy difíciles con el Parlamento Europeo ahora. Espero que nuestros colegas de la Eurocámara también hayan visto que hemos luchado por encontrar una buena solución”.
Por Francisco Grillo
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