El joven de diecisiete años, futbolista de la sexta división del Club Barracas Central fue baleado en la cabeza por efectivos de la Policía de la Ciudad, en un episodio típico de gatillo fácil, que remite a los más oscuros momentos de la historia argentina de los últimos años.
¿Cómo se produjo el asesinato?
Luego de un entrenamiento en el Club Barracas Central, Lucas junto a tres amigos se trasladaba en un vehículo por el barrio porteño, pasaron por un kiosco para comprar unos jugos, cuando de repente fueron interceptados por un auto sin identificación y tres individuos que vestían ropas de civil, los comenzaron a amenazar con armas de fuego.
Los efectivos policiales fueron identificados como: el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, integrantes de la Brigada de Investigaciones de la Comisaría Vecinal 4D.
Cintia, la madre de Lucas, absolutamente quebrada por la angustia y el dolor, manifestó: “Tiraron a matar”…Esa gente-por los policías-, no está capacitada para andar con un arma…Nos arruinaron la vida…Cómo sigo ahora…
Lucas falleció alrededor de las 17.45 del jueves 18/11 en el Hospital El Cruce de Florencio Varela… La confirmación del deceso provocó escenas conmovedoras de profundo dolor entre los familiares, amigos y conocidos que aguardaban las novedades frente al establecimiento hospitalario.
Por su parte, Emanuel, un allegado a la familia del adolescente ultimado, expresó: “Lucas era mi sobrino del corazón, lo único que le pedimos a todos es que respeten la intimidad de la familia porque está destrozada…Le queremos agradecer a todos los que están, lo único que ahora vamos a pedir es justicia por Lucas”.
En tanto, el Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D´Alessandro, anunció que los tres policías de la Ciudad involucrados en el dramático acontecimiento, fueron apartados de las tareas operativas en la fuerza, al tiempo que se les inició un sumario administrativo.
La Justicia ordenó el secuestro de las armas reglamentarias de los efectivos de seguridad que participaron en el hecho, además, se requirió la realización de los estudios de dermotest para poder establecer cuál de ellos efectuó los disparos.
La Coordinadora contra la Represión Policial Institucional-Correpi-, denunció que la muerte de Lucas González es un nuevo caso de “gatillo fácil”…No es un confuso episodio, es “gatillo fácil”, publicó el organismo en redes sociales.
El testimonio de uno de los chicos que viajaba en el auto con Lucas
Niven Huanca se refirió en estos términos a los detalles que rodearon a la muerte de Lucas González: “Pensé que me robaban todo porque parecían chorros, bajaron con el arma en mano como para robar directamente…No parecían policías… Lo tenía a Lucas adelante y veo que le sale una bala de un costado…Y ahí Joaquín, que estaba al lado mío, dice: ‘Está muerto, lo mataron’”…
Lo único que la sociedad de los argentinos espera es: ¡Justicia!
Y que hechos de estas características no se vuelvan a repetir, de lo contrario, nuestra amada Argentina se irá transformando en un cementerio gigante…
Por Visión Porteña
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