Desde el siete de marzo existen focos en Chubut y Río Negro, los siniestros arrasaron con gran parte del follaje característico de la zona, animales, alrededor de doscientas familias perdieron todas sus pertenencias, y dos personas perdieron la vida…
Mientras tanto, el sábado, la Cámara de Diputados convirtió en Ley una iniciativa para declarar zona de desastre e emergencia económica, social y productiva por espacio de ciento ochenta días a las áreas patagónicas afectadas por los incendios forestales.
La norma apunta a colaborar en la asistencia del Departamento de Cushamen de la Provincia de Chubut y de la zona del Bolsón, en Bariloche, Río Negro, con el envío de partidas especiales para la reconstrucción de los hogares perdidos y de las economías altamente perjudicadas.
Asimismo la Ley apunta al incentivo de la producción, a la creación de empleo, la construcción de viviendas, y a la recuperación de la biodiversidad en los territorios afectados.
El gobierno nacional asistirá económicamente con 307.000.200 pesos a las localidades chubutenses de Lago Puelo, y El Hoyo para la edificación y mantenimiento de viviendas.
Sobre los incendios en la Patagonia, el especialista e investigador del CONICET, Guillermo Defossé, y entre otras consideraciones de importancia, manifestó: “El problema es que se trata al fuego como un enemigo, y no se hace prevención con la gente…Son muchos los factores que ayudan al inicio de un siniestro, como las líneas eléctricas cuando son tocadas por una rama, rayos, descuidos, etc… En el caso actual de Chubut y Río Negro, estaban las condiciones meteorológicas y de vegetación ideales para que una vez iniciado el fuego se propagara más rápido”.
Las imágenes duelen, conmueven hasta las lágrimas, pero también es cierto, que varios de estos hechos lamentables se podrían haber evitado…Al reiterarse cada año para la época de las vacaciones de verano, como una situación cíclica, para la cual y a esta altura de los acontecimientos, no alcanza con disponer de brigadistas y autobombas. De aquí la importancia de un estado que se involucre con esta realidad, generando políticas sociales de alta prevención, que comprometa a los vecinos del lugar.
El Profesor Defossé, que lleva más de treinta años dedicados al estudio de esta problemática, es Director del Centro de Investigación Esquel de Montaña y Estepa Patagónica, y de la Universidad San Juan Bosco, propone otra mirada para encarar esta realidad: “El fuego no es el enemigo…Está desde antes que los seres humanos aparecieran en la tierra…Tenemos que aprender a convivir con el fuego, mitigar sus efectos adversos y trabajar en su prevención, con todas las herramientas científicas y tecnológicas que tengamos”…
Un enfoque innovador para pensar, tener en cuenta y por supuesto, para ponerse a trabajar.
Por Buen Ciudadano
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