La deliciosa y tradicional heladería de Villa Devoto, ubicada en Nueva York y Fernández de Enciso, pleno corazón de la Comuna 11-Av.Beiró 4680/Ricardo Gutiérrez 3254-, no pudo sobreponerse a la medidas restrictivas que impuso la pandemia, como tampoco logró hacerle frente al elevado alquiler en dólares propuesto por el dueño del local.
Cincuenta y cinco años de historia, buenos y dulces momentos compartidos junto a varias generaciones de clientes. Toda una vida, y una trayectoria que se desploma como castillo de naipes…
A lo largo de la exitosa experiencia lograda, los propietarios de “Monte Olivia” sobrevivieron a numerosas crisis, pero ninguna como la que se inició a partir del 19 de marzo de 2020, con la declaración de la emergencia sanitaria y el ASPO-aislamiento social, preventivo, y obligatorio-.
Recuerdo cuando, entre otras pequeñas grandes luchas cotidianas, hace aproximadamente veinte años, resistió la presencia de un mega local de la cadena “Freddo” instalado muy cerca…pero que a los poco meses tuvo que cerrar sus puertas.
El querido y encantador paisaje de Devoto pierde uno de sus icónicos bastiones como polo gastronómico, localizado nada más y nada menos, que frente a la Plaza Arenales.
Es una noticia triste, porque siempre resulta triste la culminación de un proyecto, pero sobre cuando esa decisión fue forzada por las circunstancias.
La heladería más reconocida del barrio tuvo que dar un paso al costado, me pregunto, antes que se produjera este desenlace, ¿no podría haber habido algún programa de asistencia de parte de las autoridades?
Estos lugares emblemáticos, de calidad, buena onda, además de producir excelentes materias primas, han constituido a través del tiempo un punto de encuentro para la familia “Devotense”.
“Monte Olivia” fue y de alguna manera continuará siendo una marca identificada con el barrio de Villa Devoto, un pulmón porteño, pleno de naturaleza, y actividad gastronómica para conocer y disfrutar.
Es de esperar que los locales comerciales altamente afectados por irrupción del Covid-19, dispongan de algún tipo de medidas que apoyen su desempeño en general y en particular con espacios emblemáticos como “Monte Olivia”, que no merecía este final.
En una carta difundida a través de las redes sociales, Salvador “Turi” Viscomi, entre otros conceptos, manifestó: “En 1966 abrimos las instalaciones de nuestra heladería y desde entonces nos hemos sentido muy a gusto acompañados por ustedes, compartiendo cincuenta y cinco años de forma ininterrumpida. El placer fue mutuo, dado que nosotros los recibíamos cordialmente y ustedes disfrutaban con familias y amigos de este lugar casi mágico…Hoy debido a la complicada situación económica que nos toca vivir originada por la pandemia y sumado al hecho circunstancial de que nos han fijado un alquiler excesivo en dólares que nos resulta insostenible para nuestras finanzas, no podemos continuar con la actividad de nuestra querida heladería”…
Por Buen Ciudadano
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