Como ha ocurrido de manera reiterada con las otras olas de propagación, el COVID-19, en nuestro país ha llegado a cifras de contagio, equivalentes a las de agosto de 2021. Después de una meseta de estabilización, en octubre con 750 casos diarios, llegamos a un promedio de 4.224, en la última semana.
Por eso hay que comenzar a preocuparse y ocuparse. Tanto desde las autoridades sanitarias y ejecutivas como de toda la población en sí. A cada uno de los sectores involucrados, le corresponde un grado de responsabilidad. Para parar la propagación y evitar que vuelva a suceder que, después de un período de calma y relajamiento, el virus se rearma, muta y aparece a través de otras variantes. Eso lo vemos continuamente y de manera repetida en el hemisferio norte.
Ahora, otra vez está ocurriendo en nuestro país. Cuando se afloja el cuidado extremo en la distancia, el uso de barbijo, el aseo de manos, concurrir a reuniones masivas en espacios cerrados y en lugares abiertos, le abrimos las puertas al virus. Es necesario mantenerse en estado de alerta. Esto no terminó y está volviendo con peligrosidad. Los demás escudos defensivos frente a la enfermedad son la vacunación y los testeos.
La aplicación de los programas adecuados en esos dos campos depende de la prevención que aseguren las autoridades, con la provisión de las cantidades suficientes de vacunas y testeos. Pero en ese punto, influye también y fundamentalmente la responsabilidad de los ciudadanos. Tanto en los países con recursos como en otros como el nuestro, hay sectores importantes de la población que decidieron no vacunarse. Ese es el caldo de cultivo por donde penetra el virus y las variantes mutantes. En cuanto a los testeos.
Es imprescindible que se aumenten y se facilite el acceso a ellos, todo lo que se pueda. La enfermedad que no se diagnostica no se cura. Si es contagiosa, además se propaga y multiplica los casos. A continuación, transcribimos los datos de la última semana, extraídos de la publicación del Monitor de Vacunación del Ministerio de Salud. Recomendamos que presten mucha atención al crecimiento de las cifras. No hay nada más preciso que la realidad de los números.
Sobre una población de 45.808.747 de personas, según los datos del INDEC del 1 de julio del 2021, los datos son los siguientes:
- Vacunación:
- 37.580.758 personas que iniciaron el esquema.
- 31.712.465 que completaron esquema con dos dosis.
- 3.600.000 tienen tres dosis.
- 5.868.293 no se dieron la segunda dosis
- 7.690.000 sin aplicarse ninguna dosis por decisión propia.
- 3.600.000 tienen tres dosis aplicadas
- 1.000.000 se les pasó el período de seis meses y no recibieron el refuerzo todavía.
Los casos crecieron casi un 70% durante la última semana. En los últimos siete días se registraron 29.568 casos, a razón de un promedio diario de 4224. Ese número, la semana pasada había sido de 2500. Es decir que la suba es mayor al 69%. 4163 nuevos casos y 7 fallecidos, en el día 18 de diciembre.
Esta es una verdad incontrastable. Agregamos que en este momento los casos de la variante Delta son predominantes y los Ómicron, están tomando velocidad paulatinamente. Según datos del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, el 62% de los bonaerenses internados, no están vacunados. El 14% solo tiene una dosis. Los contagios han escalado posiciones principalmente en Córdoba con un 180% y en la Ciudad de Buenos Aires, con un 117%.
Un poco más atrás, siguen la Provincia de Buenos aires y Tucumán. El pase sanitario que se implementará a partir del 1 de enero del 2022, puede ser que actúe como incentivo para aquellos que han decidido no vacunarse. Se comprobó en Tucumán, que crecieron los vacunados en 50 mil. Pero en todo el país, solo con el anuncio se incrementó el promedio semanal de inmunizaciones.
Trascendió desde el Ministerio de Salud de la Nación que: “En las semanas epidemiológicas 48 y 49, de 193 mil dosis refuerzo pasamos a casi 400 mil, siendo que en dosis adicionales el salto fue de 233 mil a casi 300 mil. En la semana 50, las dosis adicionales se estacionan 250 mil y el refuerzo en casi 300 mil, pero aún no terminó, por eso no contamos con el número definitivo”.
Es alentador que así suceda porque ya es imprescindible disponer de las tres dosis lo antes posible. Por supuesto completar el esquema de dos dosis. Pero el horizonte para esta nueva variante, exige, como lo fue para la Delta la segunda dosis, que la mayor parte de la población tenga aplicadas las tres dosis. Única forma de defenderse de la propagación del virus y sus efectos sobre la población. Estamos necesitando unos 20 millones de dosis, de acá a marzo. Ese es el camino a seguir.
Por Francisco Grillo
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