17 de marzo, 2021
El Museo Nacional de Bellas Artes abrirá al público, desde el jueves 25 de marzo, la muestra “Ferrari infinito”, que reúne una selección de más de cien obras gráficas producidas por León Ferrari durante las décadas de 1970 y 1980, que incluyen litografías, xerografías y aguafuertes. |
Con curaduría de Carolina Jozami, de la Dirección Artística del Bellas Artes, esta exposición se realiza en el marco del centenario del nacimiento del artista y celebra el ingreso a la colección del Museo de una importante donación de obras provenientes de la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA).
“Esta exposición contribuye a multiplicar y difundir su legado, a la vez que a homenajear a este artista fundamental, lúcido testigo de nuestro tiempo”, destaca Andrés Duprat, director del Bellas Artes.
Las piezas exhibidas dan cuenta de los temas recurrentes a lo largo de la trayectoria de Ferrari –la existencia urbana; la estrategia, la lógica y el pensamiento desde tableros de ajedrez y laberintos; el lenguaje y las estructuras de la comunicación; y la civilización occidental y cristiana–, que desarrolló a partir de su experimentación con la línea, la escritura y la abstracción, y empleando diversas técnicas: la litografía, la xerografía, el aguafuerte y el arte postal, entre otras.
“En su obra gráfica –analiza Duprat–, Ferrari extrema y subvierte los límites de la representación utilizando metodologías y recursos plásticos diversos: cuadros escritos, escrituras ilegibles, composiciones geométricas, dibujos abstractos, signos gráficos, composiciones con imágenes disímiles y obras en las que experimenta con trazos y texturas”.
Gran parte del corpus reunido fue creado durante los años en que Ferrari residió en Brasil, adonde se exilió en 1976, época en la que comenzó a utilizar imágenes estandarizadas de Letraset, incursionó en el arte correo y abordó distintas técnicas de reproducción mecánica, como la fotocopia.
“En San Pablo –cuenta Duprat–, Ferrari desarrolló una serie de obras que utilizaban nuevos medios que proponían una renovación de los lenguajes y del concepto de obra de arte, y, sobre todo, buscaban llegar a nuevos públicos y a sectores excluidos, intentando romper con el circuito tradicional del mundo del arte”. “Sus experimentaciones se concentraban en búsquedas de formas alternativas y eficaces de producción y reproducción de obras de arte, interesado en el potencial de esas técnicas, que permitían mayor democratización y acceso a la cultura, en oposición a la idea de obra única e irrepetible propiciada por la ortodoxia del mercado”, explica sobre la intención del artista por entonces.
Jozami, por su parte, señala que Ferrari, en su afán por democratizar el arte, no dudó a la hora de numerar al infinito varias de sus series de grabados. “Este gesto, además de marcar una distancia respecto de la lógica mercantil de la obra de arte, reflejó la voluntad y el accionar inquebrantable de un artista comprometido con su época, pero fundamentalmente con comunicar y transmitir al infinito la idea de un mundo más justo”, afirma la curadora.
Del 25 de marzo al 27 de junio, “Ferrari infinito” podrá visitarse en la sala 33 del primer piso del Museo, con entrada gratuita y reserva previa de turnos a través de la página web: www.bellasartes.gob.ar.
En tanto, desde julio y en la misma sala, se exhibirá hasta el 19 de diciembre “León Ferrari. Colección MNBA”, otro conjunto de obras del artista donadas al Museo, con curaduría de Andrés Duprat, Mariana Marchesi y Cecilia Rabossi.
Finalmente, en 2022, el Bellas Artes presentará en el Pabellón de exposiciones temporarias “León Ferrari. Recurrencias”, la exposición antológica con curaduría de Cecilia Rabossi y Andrés Duprat que estaba prevista para abril de 2020 y debió postergarse a causa de la pandemia.
Sobre el artista
Creador multifacético, León Ferrari (1920-2013) fue uno de los artistas argentinos más originales y relevantes de la historia reciente. Autodidacta, comenzó a trabajar en los años 50 con cerámica y tallas en madera, para incorporar luego diversos materiales y soportes. Posteriormente, dio inicio a las llamadas escrituras abstractas, obras que siguió realizando a lo largo de toda su carrera.
En 1965, produjo una de sus piezas más controvertidas: “La civilización occidental y cristiana”, una imagen de Cristo crucificado sobre un bombardero estadounidense, una potente denuncia de la relación existente entre religión, política y violencia en la cultura occidental. A mediados de los años 70, Ferrari dejó la Argentina a causa de la dictadura militar y se radicó en San Pablo, Brasil, donde continuó sus experimentaciones vanguardistas en el campo de las artes visuales. Con el retorno de la democracia, en la década del 80, volvió a la Argentina y se instaló definitivamente en Buenos Aires. Llevó a cabo exposiciones individuales y colectivas en los más importantes centros y eventos artísticos del mundo, como documenta de Kassel, Haus der Kulturen der Welt, (Berlín), Museo Ludwig (Colonia), Alemania; Pinacoteca do Estado, Bienal de San Pablo, Brasil; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España; Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina; Smithsonian Institution, Washington D.C, Estados Unidos; Bienal de La Habana, Cuba, y Museo de Arte Carrillo Gil, México D.F, entre muchos otros.
En 2007, recibió el León de Oro al mejor artista en la 52° Exposición Internacional de Arte Bienal de Venecia, Italia. En 2009, realizó una exposición en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y, en 2010, fue invitado de honor en Les Rencontres d’Arles, Francia, ocasión en la que presentó una gran retrospectiva de su obra.
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Otras novedades del Museo en marzo: “El canon accidental” y “Pandemia”, de Marta Minujín
El mismo 25 de marzo, reabrirán, además, las salas del primer piso, que albergan la colección permanente del Museo dedicada a artistas argentinos e internacionales del siglo XX. De esta manera, junto con las salas de la planta baja que ya se encontraban habilitadas, se completará el recorrido por todo el edificio, siempre observando las medidas sanitarias que permiten el distanciamiento social para una visita segura.
Ese día también quedará abierta al público la exposición “El canon accidental. Mujeres artistas en Argentina (1890-1950)”, con curaduría de la investigadora Georgina Gluzman, que reunirá más de 80 obras realizadas por 44 artistas, con la intención de cuestionar los relatos establecidos en la historia del arte en nuestro país y recuperar la figura de estas creadoras, muchas de ellas ignoradas o desconocidas.
Por otra parte, en la planta baja del Museo podrá verse “Pandemia”, la última obra de Marta Minujín, en la que la artista trabajó incansablemente durante el período del aislamiento y que da cuenta de la pandemia mundial, el paso del tiempo y el propio proceso de construcción de la pieza. Desde mayo de 2020, Minujín llevó a cabo una tarea obsesiva, preciosista y rigurosa, consistente en la aplicación de miles tiras con pequeños cuadrados en blanco, negro y siete tonos de gris sobre una tela que supera los dos metros de alto y de ancho. La obra se completa con la proyección sobre el bastidor de una imagen de la misma trama. Asimismo se exhibirán como complemento y contexto un registro audiovisual sobre la realización de la obra y contenidos en video que la artista fue subiendo a las redes sociales durante todo el proceso.
El Museo Nacional de Bellas Artes, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con el apoyo de Amigos del Bellas Artes, está ubicado en Av. del Libertador 1473 (Ciudad de Buenos Aires) y puede visitarse de jueves a domingo, de 12 a 19. Para reservar turnos y conocer el protocolo sanitario vigente, hay que ingresar a www.bellasartes.gob.ar.