Por Leandro Carregado*
Una obra maestra para los que les gusta el buen cine:
¡Hola! Saludos a todos. Hoy vamos a hablar sobre la que considero la mejor adaptación cinematográfica del clásico Drácula: Bram Stoker’s Drácula, del director Francis Ford Coppola, realizada en 1992.
El guion llegó a Coppola por medio de Winona Ryder. Tras frustrarse su actuación en El Padrino3, la actriz pactó participar en un proyecto con el director.
Esta versión fílmica, adaptada para ser fiel al relato original, era muy diferente a sus antecesoras debido a su inigualable arte. Coppola decidió recurrir a efectos tradicionales para narrar la historia y, para ello, nombró a su hijo Roman como director de efectos visuales, ya que comprendía perfectamente su visión artística. Recursos empleados por Jean Cocteau en la película La bella y la bestia, perspectivas forzadas, pinturas matte, trucos de espejos y de magia de escenario tradicional fueron utilizados para dar vida a esta maravillosa historia.
Otro aspecto que contribuyó al realce visual del film fue la excelente dirección de vestuario. Coppola eligió a la extraordinaria artista y diseñadora de modas japonesa, Eiko Ishioka, a quien conocía por el diseño del poster de la película Apocalypse Now. Ishioka quiso que cada vestimenta contara la historia del personaje que la engalanaba. Para ello, combinó la cultura oriental y occidental con tal originalidad y exquisitez, que su trabajo fue galardonado con un premio Óscar. Otro elemento que no puedo dejar de mencionar es la banda sonora, que estuvo a cargo del compositor polaco Wojciech Kilar y que fue dirigida por Anton Coppola, tío del cineasta.
Las melodías dieron vida al monstruo y a cada escena, logrando un perfecto equilibrio entre la tensión dramática y la expresividad de los actores. Inclusive el tema de los créditos finales Love song for a vampire de la cantante Annie Lennox fue un éxito. Y, por último, hablaremos del reparto: Gary Oldman interpretó a un camaleónico Conde Dracula, en una actuación excelsa que nos ofrece todas las etapas del vampiro: desde su juventud guerrera hasta un monstruo que lleva más de 400 años con vida. Secundado por un increíble Anthony Hopkins en el papel de Van Helsing, una acertada Winona Ryder como Mina, estrellas del nivel de Keanu Reeves, Richard E. Grant, y hasta un genial Tom Waits como Renfield. Una obra maravillosa para sumergirse en las tinieblas de esta inmortal historia de amor.
Otras obras de Coppola: La Conversación (1974) – Apocalypse Now (1979) – El Padrino 1,2 y 3 (1972/74/90)