Este viernes, la jueza Abrevaya resolvió que los 13.000 socios observados en las elecciones de Boca Juniors votarán de manera separada, generando un nuevo giro en la contienda. El oficialismo apeló la medida, buscando que la Cámara Civil revierta la decisión y permita un escrutinio único. La polémica se centra en la supuesta irregularidad en la inclusión de estos socios para favorecer a Juan Román Riquelme.
En el más reciente episodio judicial que envuelve las elecciones de Boca Juniors, la jueza Abrevaya ha tomado una decisión que agrega un capítulo más de incertidumbre al proceso electoral. Tras el reclamo presentado por la lista opositora liderada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri, la magistrada resolvió que los 13.000 socios observados, quienes cambiaron su estatus de adherentes a activos en 2021, deberán votar en mesas separadas.
Esta medida implica que, a pesar de sumar sus votos al conteo general, se realizará un escrutinio independiente que podría ser crucial si la oposición decide impugnar los resultados. La jueza Abrevaya designó un veedor, Silvio Freschi, encargado de supervisar que estas elecciones se lleven a cabo bajo las condiciones establecidas.
La petición de la lista opositora se basa en la sospecha de que estos 13.000 socios fueron incorporados de manera irregular para beneficiar al candidato oficialista, Juan Román Riquelme. La estrategia del tándem Macri-Ibarra consiste en prever un resultado favorable a Riquelme en las mesas que contienen a estos socios, mientras que el oficialismo argumenta que la inclusión de estos votantes fue legítima y respaldada por el Estatuto del club.
Sin embargo, la resolución de la jueza Abrevaya ha sido inmediatamente apelada por el club, buscando la intervención de la Cámara Civil. Si esta instancia confirma la decisión, las elecciones se llevarán a cabo con votación diferenciada; de lo contrario, se optará por un escrutinio único. Esta nueva instancia judicial se suma a la serie de idas y venidas que ha caracterizado el proceso electoral en Boca Juniors.
La incertidumbre en torno a las elecciones en Boca Juniors persiste ante la reciente resolución de la jueza Abrevaya. El fallo, que dispone la votación diferenciada de los 13.000 socios observados, agrega un elemento adicional de suspense a una contienda que ya ha enfrentado varios obstáculos legales. La apelación del club introduce la posibilidad de una nueva revisión judicial, dejando en el aire la forma en que se llevarán a cabo los comicios y, más crucial aún, la legitimidad de los resultados. La Cámara Civil deberá pronunciarse en breve, definiendo así el rumbo de unas elecciones que han capturado la atención no solo de los hinchas de Boca, sino de la opinión pública en general.
