NODIO, es una iniciativa de la Defensoría del Público, que pretende fortalecer la pluralidad de voces.
En este sentido, el Observatorio (Nodio) contempla una mirada desde el estudio cualitativo y cuantitativo de la violencia simbólica y las noticias maliciosas ya emitidas.
En ningún caso, pretende realizar tareas de control, ni supervisión de la prensa. Muy por el contrario, son actividades incompatibles con las funciones del organismo.
Cabe señalar que la Defensoría del Público es un organismo creado por el artículo 19 de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley 26.522) bajo la órbita del Congreso Nacional para defender la libertad de expresión de todas las personas que habitan la Argentina. Tiene entre sus misiones y funciones recibir y canalizar los reclamos y consultas de las audiencias y no tiene capacidad sancionatoria alguna.
En cuanto a NODIO, se aclara que no existe intención alguna de llevar adelante ni el control, ni la supervisión de la tarea de la prensa, actividades que son incompatibles con las funciones de la Defensoría del Público. Esto significa que NODIO, exclusivamente aportará una mirada desde el estudio cualitativo y cuantitativo de la violencia simbólica y las noticias maliciosas ya emitidas.
Asimismo, el flamante Observatorio, anunciado el viernes pasado, aún está en etapa de conformación, es pensado como una línea de trabajo que contará con la participación de plataformas digitales, universidades, comunicadores y comunicadoras, sindicatos, cámaras empresarias, empresas de comunicación y miembros de la sociedad civil. Tiene como objetivo promover la libertad de expresión y el debate democrático.
Miriam Lewin, Defensora del Público, señala que “La Defensoría está muy lejos de cualquier intento de control de la información pública. Por el contrario, nos propusimos, desde los inicios de esta gestión, concretar una apertura a todos los actores del sector que estuviesen interesados, pilares para el trabajo en conjunto por una sociedad más participativa, inclusiva y democrática”.
La desinformación y los discursos violentos son una preocupación de organismos supranacionales. En mayo de 2019, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, firmó un documento con un plan de acción, en donde sostuvo: “El discurso público se está convirtiendo en un arma para cosechar ganancias políticas con una retórica incendiaria que estigmatiza y deshumaniza a las minorías… El odio se está generalizando, tanto en las democracias liberales como en los sistemas autoritarios y con cada norma que se rompe se debilitan los pilares de nuestra común humanidad”.