Intervenciones en murales y esculturas del emblemático paseo de La Boca buscan resguardar las obras de arte y facilitar la circulación de los turistas.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires continúa con su tarea de preservación del patrimonio cultural y artístico de los barrios porteños. En esta ocasión, las autoridades han intervenido en el famoso paseo de Caminito, en el barrio de La Boca, con el objetivo de proteger las esculturas y murales que adornan la calle-museo más visitada por vecinos y turistas. Estas medidas, impulsadas por la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano junto al Museo Benito Quinquela Martín, apuntan tanto a la conservación del patrimonio como a mejorar la seguridad y el flujo de visitantes.
El impacto turístico en la zona se incrementó significativamente, especialmente después de la pandemia, lo que genera una mayor necesidad de proteger las obras y evitar que las esculturas y murales sufran daños por el tránsito masivo de personas. En este contexto, la intervención en el paseo de Caminito incluye la delimitación de las obras mediante señalización y la pintura del suelo con colores que remiten a la estética del lugar, creando una barrera visual que favorece la circulación sin interferir con el acceso a las obras.
César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano, explicó: “La Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad concluyó el pintado de la explanada adoquinada en el acceso principal a Caminito, lindante a la Vuelta de Rocha”. También subrayó que, en conjunto con el Museo, se trabaja en la conservación del patrimonio cultural porteño, asegurando que “la Ciudad trabaja de la mano del Museo para conservar nuestro patrimonio en las mejores condiciones”.
Por su parte, Víctor Fernández, director del Museo Quinquela Martín, destacó el simbolismo de las reformas. Aseguró que la pintura de los adoquines, que sigue los lineamientos establecidos por Quinquela Martín para darle color a las calles de La Boca, busca preservar la esencia del lugar. “Sabemos que él hizo algunas pruebas, por eso aludimos a esa iniciativa que él nunca pudo llegar a concretar y pintamos los adoquines en las zonas perimetrales a las obras con colores relacionados con los muros de Caminito”, explicó Fernández.
Además, Fernández señaló que el flujo de turistas ha alcanzado cifras históricas, por lo que se ha vuelto imprescindible tomar medidas preventivas para preservar las obras. “La cantidad de turistas que hemos venido recibiendo es realmente muy numerosa, por eso era muy necesario poner una distancia prudente entre las obras y la gente que circula”, expresó.
La intervención también incluyó la instalación de estructuras de enrejado bajo en los pedestales de siete de las 15 esculturas que adornan el paseo. Estas estructuras funcionan como barreras para evitar que las personas suban a las obras y las dañen. En total, las esculturas que recibieron protección incluyen obras como Sembrador espiritual de Antonio Sassone, La Madre de J. B. Leone, La Raza de J. De Luca, Elevando Anclas de Julio César Vergottini, y Esperando la barca de Roberto Capurro, entre otras.
En cuanto a los murales, también se implementaron intervenciones cromáticas en el piso que delimitan las áreas de las obras, como en el Monumento al bombero voluntario de Ernesto Scaglia, La canción de Julio Vergottini y La sirga de Julio Vergottini. De esta forma, se asegura que los turistas puedan disfrutar de las piezas de arte sin poner en riesgo su integridad.
El trabajo realizado por la Dirección General de Competencias Comunales y Talleres, dependiente de la Secretaría de Gobierno y Vínculo Ciudadano, se complementa con el esfuerzo de protección de otros monumentos y estructuras emblemáticas de la Ciudad, como el Obelisco, a través de la fabricación e instalación de paños de reja y otras medidas preventivas.
En este sentido, el Museo Benito Quinquela Martín sigue colaborando estrechamente con la Secretaría para garantizar la correcta preservación de las esculturas y murales, como parte de un proyecto integral que también incluye la mejora del mobiliario urbano y la protección de otros espacios culturales.
“Si bien la gente en términos generales es consciente del cuidado del patrimonio y las obras, salvo algún caso concreto, no han sufrido ni ahora ni históricamente actos de vandalismo, pensamos en medidas preventivas”, aseguró Fernández, al referirse al cuidado y respeto que muestran la mayoría de los visitantes.
En las próximas etapas de la intervención, se contempla continuar con las mejoras en el acceso y en la protección de otras piezas del patrimonio artístico de La Boca, buscando siempre mantener la esencia de Caminito como uno de los principales atractivos turísticos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.