El domingo 03 de Julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, y el Gobierno porteño realizó una serie de acciones concientizadoras para el cuidado del medio ambiente y el consumo de plásticos. En este marco, y bajo la consigna “Julio Sin Plásticos”, desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, invitarán a todos los vecinos a unas jornadas en la Plaza Sarmiento, ubicada en la calle Tuyutí del barrio porteño de Liniers, para reflexionar sobre los efectos nocivos de los residuos plásticos en el medio ambiente y en las grandes urbes, responsables de obstruir los sumideros y pluviales. Las charlas estarán a cargo de los integrantes de la Organización “Enlace Ambiental”, que buscan estudiar, monitorear y proteger el medio ambiente del mal uso o la degradación causada por el accionar humano. Por otra parte, también se realizarán juegos, se ofrecerán clases de reciclaje, y responderán a todas las dudas y reclamos de los vecinos del barrio sobre el cuidado ambiental.
En el año 2017, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, estableció que los supermercados e hipermercados dejarán de entregar bolsas de plástico en sus líneas de cajas. A partir de esta medida, se estima que más de dos millones de porteños reemplazaron las bolsas plásticas por bolsas reutilizables, y se disminuyó entre un 60 y 70 por ciento la presencia de bolsas de plásticos en los sumideros de la ciudad. Se estima que desde el 2017 hasta junio del 2022, se pudo evitar la entrega de más de 2.750 millones de bosas plásticas livianas.
Este tipo de bolsas, están hechas de polietileno de alta densidad, polietileno de baja densidad, y polímeros de plástico no biodegradable, con un espesor que varía entre 18 y 30 micrómetros. Las resinas de plástico son derivados del petróleo, y pueden agregarse plastificantes, colorantes y compuestos anticondensacion. Luego de ser desechadas, pueden tardar en degradarse más de un siglo. Además, las bolsas serigrafiadas contienen residuos metálicos tóxicos, que causan daño en los suelos y mares.
El impacto ambiental afecta la flora y fauna acuática, ya que muchos peces, tortugas y ballenas mueren al ingerirlas. Según un estudio de la OMS, una persona promedio puede estar ingiriendo alrededor de cinco gramos por semana de diminutas partículas de materia sintética, microplásticos imperceptibles al ojo humano, mediante el consumo de peces y crustáceos, que albergan en su tubo digestivo, estas microscópicas partículas plásticas. El Gobierno de la ciudad, prohibió la entrega, uso y expendio de los sorbetes plásticos en el 2018. Estos sorbetes pueden tardar en degradarse entre 150 a 400 años.
La iniciativa de las Autoridades porteñas “Julio sin plástico” invita al compromiso de todos los vecinos en el consumo del plástico, comprendiendo que el mejor residuo es el que no se genera, y la importancia de reducir, reciclar y reutilizar.
La Ciudad conmemoró el “Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico” con acciones de concientización sobre responsabilidad ambiental.
